Siglo xviii vs siglo xxi (descartes)

¿Hombre moderno vs hombre contemporáneo?
En El discurso del método (Leyden 1637) de René Descartes (1596-1650) se aprecian claramente las ideas y concepciones que sobre el mundo tenían los hombres del siglo XVII[1]. Ideas que trataremos de poner en comparación con las que actualmente poseemos tanto del mundo como de la humanidad de una manera muy general.
El discurso del Método apareciópublicado en 1637, cuando Descartes tenía 41 años, para entonces el autor, se presume, había alcanzado una madurez filosófica tal que se pudo permitir el desafío de exponer sus propias convicciones respecto del proceso de conocimiento individual.
Es sabido ya que, con todo el aparato de pensamiento expuesto por Descartes se asienta el humanismo donde el hombre se convierte en sujeto y objeto de lareflexión racional y donde Dios sigue siendo el mismo pero el acceso a él se definirá en tanto se efectúe con éxito la deconstrucción de todo conocimiento humano.
La verdad –filosóficamente hablando- sigue siendo la misma, sólo que ahora hay que llegar a ella de manera individual, en una soledad que no se comparte, pues nadie que no sea yo mismo –si he accedido- puede dar cuenta de mi pasodestructor –y luego constructor- de la verdad, entendida como conocimiento del mundo, de la naturaleza y de los hombres.
Descartes encierra en su propio proceso de conocer al proceso socrático pues, lo asegura al final y al principio, entre más había leído, más se había convencido de no saber nada, excepto su ignorancia. Otra característica que refuerza esta idea es la utilización de la duda, en efecto,para nuestros ojos, el método que Sócrates empleaba para exponer era la siemen de la duda aunque no tanto en primera persona como en segunda, pues a través de ésta conducía a sus pupilos hasta la apreciación de la verdad.
En contraposición será un dato constante, el declararse en contra de los escépticos, a los cuales atribuye un destruir sin construcción. Así, su duda metódica será contraria ala duda escéptica, en el sentido de que la primera será una garantía de seguridad intelectual con miras, siempre, a un construir, en tanto que la segunda no lleva a ningún camino.
Otro elemento básico en la constelación de razonamientos que Descartes nos expone es la concepción que guarda de la moral. Para él, toda la ciencia está desprovista de un “para qué” si el hombre se olvida por completode la moral y no se apoya en ella mientras sigue su camino en la deconstrucción de todo conocimiento.
Pero lo que coronará sus estudios y reflexiones, será finalmente, la gran frase con la que Descartes trascendió su tiempo y su siglo, y que sustenta, toda ella, el pensamiento moderno: je pense donc je suis. Frase que dará como resultado un hombre tremendamente solitario tanto física comoespiritualmente hablando pero que, pese a ello –y como bien lo escribe Descartes, hallará buen soporte en la moral.
Hasta aquí, parecen no bastar los elementos que Descartes nos ha dado para sustentar todo el proceso de conocimiento, es necesario todavía un ingrediente más, algo en lo que la verdad pueda posarse a sus anchas y sin problema de tambalearse, algo que haga posible la discriminación detodo aquello que pueda filtrarse como verdad y no lo sea, así, la claridad y la distinción serán las propiedades de las ideas para que acoten el camino a la verdad.
Ahora bien, la sustentación del mundo, en tiempos de Descartes, radica básicamente en la idea aristotélica de mundo donde todo es materia y potencia de esa misma materia; y donde ocurren las formas y los accidentes. Asimismo la ideadel hombre es la de un ser racional diferenciado por ello de los animales y sublimándose por este acto mismo.
Hay una característica muy importante en el hombre que va describiendo Descartes y que sería imposible dejar de lado: la volición para “aprender a distinguir lo verdadero de lo falso, para ver claro en [sus] acciones y caminar con seguridad en la vida”[2]. Hay una necesidad latente de...