sistema respiratorio

Stefany Revelo Guerrero
UNIVERSIDAD DE NARIÑO
FACULTAD DE EDUCASION
ENSAYO SOBRE DOCUMENTOS
“ETICA Y PEDAGOGIA”
La educación de hoy reclama un cambio positivo y progresista que transforme la escuela. Reconstruir la escuela en busca de una educación holística, una educación humanista, que nos permita reflexionar desde nuestra condición humana, las necesidades educativas básicas en pro de lacalidad educativa y de la calidad de vida humana, es el reto de aquellos que elegimos la ardua labor de formar y la alegría de vivir para educar.
Hoy es necesaria una seria y detenida reflexión sobre el modelo antropológico y ético (qué enseñamos y para qué) que sirve de apoyo a la práctica educativa. Nos hemos instalado en un modelo que ha entendido la educación desde un marco conceptual queha priorizado la planificación tecnológica y sobrevalorado los resultados académicos y el éxito profesional. Y la educación no se agota en sólo procesos de aprendizajes académicos o competencias profesionales; por el contrario, afecta, trastoca todas las dimensiones de la persona. Por tanto, la escuela debe ser reinventada a partir de la práctica pedagógica, en la pedagogía del Amor y del Don. Laimportancia de aplicarla y desarrollarla en los salones de clase, donde el educador actúa como mediador y guía responsable de los procesos de enseñanza y aprendizaje en busca de una formación integral del educando, debe generar un salto evolutivo en aprovechar aquellas ideas que nos invitan hoy a reflexionar sobre la importancia de transformar la escuela, permitiéndose asumir la alteridad, paraconstruir por medio de la afectividad, la escuela que requiere el presente, en donde es evidente que no podemos obviar, que la escuela no puede seguir funcionando como un centro autoritario de adiestramiento para aquellos que llegan allí y en donde el maestro impone incesantemente su poder. Se ha pretendido hacer una educación “distinta” con la misma escuela que teníamos, conservando la mismaestructura y formas de organización, la misma mentalidad gerencial y burocrática en su funcionamiento. Y esta difícil convivencia ha dado como resultado una situación esquizofrénica en gran parte del profesorado que se ha visto incapaz para planificar nuevos contenidos y estrategias de aprendizaje, acompañado, con frecuencia, por el desconcierto de los centros y de la propia administración educativa queno advirtieron a tiempo que las nuevas propuestas educativas exigían nuevas formas de organización y de enseñanza. Desde la pedagogía de la alteridad, el proceso educativo debe iniciarse con la mutua aceptación y reconocimiento de maestro y alumno, en la voluntad de responder del otro por parte del profesor, en la acogida gratuita y desinteresada que presta al estudiante de modo que éste percibaque es alguien para el profesor y que es reconocido en su singularidad personal, no se puede ocultar que sin reconocimiento del otro y compromiso con él no hay educación.
Por ello, cuando hablamos de educación estamos evocando un acontecimiento, una experiencia singular e irrepetible en la que la ética se nos muestra como un genuino acontecimiento, en el que de forma predominante se nos da laoportunidad de asistir al encuentro con el otro,  “En esta aventura, lo que quizás aprendemos es a disponernos, a ser receptivos, a estar preparados para responder pedagógicamente a las demandas de una situación educativa en la que otro ser humano nos reclama y nos llama” (Bárcena y Mèlich, 2000, 162).
Todas las personas somos emociones, afectos y sentimientos, o almenos algo más que una máquinaque reproduce conocimientos, si partimos de ello como algo fundamental en las relaciones complejas que conlleva el educar, entonces deberemos enfrentar esos cambios dinámicos que se producen en la sociedad desde la perspectiva de asumir principalmente una formación espiritual, más sana, para ello es importante que comprendamos y reconozcamos a partir de un autoanálisis crítico que la primera...