Sobre La época de la reproductibilidad técnica según Walter Benjamin

Sobre lo que dijo Benjamin de la Reproductibilidad Técnica
Para poder empezar a pelearme con “La Obra de Arte en la Época de su
Reproductibilidad Técnica” primero quise saber quién era Walter Benjamin y
qué pitos tocaba. “Filósofo, judío y marxista” o sea, jodido el pobre. Llegué a
pensar que había sido incomprendido en su época, pero ahora pienso que
sería incomprendido siempre. Supongo quepor eso (entre otras cosas) se
suicidó.
Que no sólo teorizaba, también traducía a Marcel Proust y Charles Baudelaire.
Tiene un ensayo “La Labor del Traductor” que es de los más respetados en la
Traducción. Este señorito (es de puro cariño que le digo así) hacía de todo.
Preocupado por las áreas de las humanidades que a muchos nos espantan, las
que se dedican a teorizar, ¿Cómo no iba a estartorturado? Pensaba
demasiado, se complicaba; tenía que sentarse a escribir sus preocupaciones,
expiar sus demonios y dárnoslos a comer. No es fácil, leerlo te pone en estado
pensativo y sensible. Uno ve pocas páginas en sus escritos y cree que será
fácil y rápido. No, de ninguna manera. Es claro y descriptivo, no te marea con
rodeos y si hace analogías son bastante precisas, él al negocio.“Las imágenes que están al servicio de la magia” cuando uno es tan
supersticioso como yo, se siente aludido. Las imágenes son y ya, la magia
viene cuando uno cree, cuando tiene fé. Escoger a un barbón o a un panzón,
eso es lo que viene después. El ser humano tiene idea de la magia ya por
naturaleza, nacemos sabiendo que hay algo más y conforme crecemos (y nos
marchitamos) le vamos dando unaforma. Necesitamos ver, oler, probar (hay
algunos caníbales que se comen y beben a Jesucristo, y sin embargo durante

cuarenta días no prueben carne roja). Nos es preciso hacer tangible aquello
que nos mantiene con esperanza y poder transmitirlo al mundo, ya sea
tratando de convencer a los demás o sólo presumiéndolo.
Las imágenes “Mágicas” también se sugieren. Están ahí pero no puede verlasel común. Están puestas para que te pongas curioso, cósmico,
supersticioso/místico. Son más la idea que tenemos en nuestra cabeza de ellas
que lo que realmente representan. También son para que “te vean”, no para
que uno las disfrute.
Hacemos rituales para las imágenes. Preparamos todo para una sesión de
fotos, nos ponemos nuestra ropa cómoda, “para trabajar” como si fueran
hábitos de monja;llevamos a cabo una serie de bocetos para tener claras las
ideas, recopilamos información, leemos, nos desvelamos, soñamos, comemos
y bebemos para prepararnos para hacer una imagen, desde una foto, hasta la
diagramación de una revista.
Al Arte le hemos culpado de ser mágico, ritual, de culto, para disfrute estético,
para venta, para presumir, para catalogar. Lo hemos hecho lo que se nos hapegado la gana (Hipsters, ¡Oféndanse!).
Hacer imágenes nos ha dado la ilusión de que tenemos control sobre la
naturaleza, la mentira piadosa de que somos la especie más capaz;
confundimos “dominante” con “abundante”. Pero a ver, ¿Cuánto control
tenemos cuando nos llueve a la mitad de una sesión fotográfica al aire libre?
Nos adaptamos, interpretamos, pero ¿Controlar? Sí, tú, ¿Cómo no?
Pasa eltiempo y la magia está en cómo se hacen las imágenes, aunque su
objetivo sea totalmente frívolo, (¿Me van a decir que meterse al laboratorio a

mezclar químicos potencialmente mortales para hacer foto, no es cómo hacer
magia?)
Me sorprenden sus elucubraciones sobre el cine. Yo soy una cinéfila
irresponsable, veo poco pero lo disfruto mucho (No a Jodorowsky, me cae mal.)
Y creo que elseñorito Benjamin solo habla como hombre de su época. Se
manifiesta expectante de muchas cosas sobre el cine, en algunas tiene razón,
en otras, creo que le hubiera gustado vivir más tiempo para darse cuenta de
que estaba exagerando, sobre todo cuando dijo que “Contribuir a que el
inmenso sistema técnico de aparatos de nuestro tiempo, que para el individuo
es una segunda naturaleza, se...