SOBRE LA LITERATURA URBANA

SOBRE LA LITERATURA URBANA
(Este asunto que nos lee).
Memo Ánjel.


Hay que tener mucho valor (o una poderosa inercia) para vivir en Estados Unidos… Vivir en un clima antipoético, en realidad, es nuestra es nuestra principal forma de estimulación poética.
Karl Shapiro. To Abolish Children. Citado por Saul Bellow, en Todo cuentai. Apartado, La distracción del público.

Si un plan destinado asalvar un distrito carente de distribución humana diurna no ataca la raíz misma del problema, lo único que conseguirá, en el mejor de los casos, es remplazar la vieja miseria por una nueva y más reluciente.
Jane Jacobs. The Death and Life of Great American Citiesii.

Me gusta un cuadro de Edward Hopper -Eleven AM- en el que una mujer desnuda y de senos pequeños, mira por una ventana. La mujer, quemás parece una muchacha, está sentada en un sofá y sus pies calzan unas zapatillas negras. Qué mira, no lo sé. Qué piensa, no lo sé. A través de la ventana se ven trozos de ciudad, líneas que definen partes en concreto y vidrio, un fragmento de ventana, luces y sombras. La única certidumbre es el título del cuadro: son las once de la mañana. A esta mujer de edad indefinida, a la que el pelo lecubre la cara y apenas si se le ve la nariz, que recibe pedacitos de luz sobre su cuerpo de piel pálida, como de muerta, la supongo en el interior de una edificación de la escuela de Chicago, ese espacio cuadrado que se multiplicó reduciendo el tamaño del lugar para hacerlo más funcional y, como consecuencia, terminó por generar la individualidad, esa filosofía del objetivismo creada por Ayn Rand enla que los hombres y mujeres se valen por sí mismos usando los valores micros que hay en ellos (flotando en el Yo), así se destruyan en esta autosuficiencia. Ayn Ran, autora ruso-estadinense, escribió una novela muy urbana, El Manantial. En esta novela el asunto que se trata es la arquitectura, el paso de la vivienda horizontal a la vertical. Su mundo es la densidad y el confinamientointensivo1. Hopper, con sus cuadros y su propuesta estética, dota de algo más a esta ciudad propuesta como funcional: la soledad intensiva, la estética del hombre y la mujer solos, ese estado emocional en el que, confinados, creamos al otro que no existe y que las más de las veces es un alter ego que nos asusta. ¿Es eso lo que le sucede a la mujer de las once de la mañana? No lo sé. Podría estar soñando conalguien que espera, que supone cerca, bajándose ya de un vagón de metro y subiendo las escaleras del subte para entrar en la calle y dirigirse al apartamento de ella, que lo espera desnuda. Un encuentro, eso puede estar sucediendo en el cuadro. Lo que dure ese encuentro dependerá de lo que hayan agendado esos dos. Esto si no pasa algo antes y lo previsto no se da. Las ciudades son espaciosconstruidos también para los azares, es una cuestión de direcciones.

La ciudad
Es un mapa mental que tenemos para movernos o quedarnos quietos, para incluirnos o excluirnos. Es lo que habitamos y así nos escondamos en ella y busquemos que no quede ningún orificio abierto, algo siempre llegará hasta nosotros, así sea una paloma en el alféizar, como en la novela de Suskind2.
La ciudad son nuestrosrecuerdos, acciones, encuentros, evasiones, pequeñas alegrías, depresiones, sustos, sueños, incertidumbres, aciertos. Ya no podemos evitar la ciudad, la llevamos con nosotros, nos significa y a la vez desaparece. Pensamos y nos movemos en términos urbanos y en medio de una sociedad esquizofrénica que cifra sus deseos en lo que le dicen los anuncios y legitiman los mass media. El mundo de la viejaliteratura, cifrado en la naturaleza y el hombre moviéndose al azar de los elementos, ya es una película a la que asistimos. Nos dice algo, hace que fabulemos y añoremos (si algo de eso vivimos), pero eso que se cuenta en textos e imágenes hace parte de una memoria (a veces de una invención propia) que nos cuenta lo ido pero que no nos sitúa en ningún lugar real: ya todo ha cambiado o ha desaparecido....