Sor juana inés de la cruz y la ciencia

Introducción:
El fragmento que escogí para este presentaros se encuentra en la obra de Sor Juana Inés de la Cruz titulada El Divino Narciso. Esta obra pertenece al género teatral más particularmente, es un auto sacramental y aún el más conocido, original y perfecto de los de Sor Juana (otros: El cetro de José: El mártir del sacramento). Fue publicado en 1689.
El divino Narciso representa laculminación de la tradición del auto sacramental, llevada a su punto más alto por Pedro Calderón de la Barca, de quien Sor Juana toma la mayoría de los elementos del auto, y los lleva aún más lejos creando gran auto sacramental. En El divino Narciso Sor Juana usa un conjunto lírico-dramático para dar vida a los personajes creados. El divino Narciso, en cierto modo visto como una personificación deJesucristo, vive enamorado de Su imagen, y a partir de ese planteamiento se narra toda la historia. La obra cuenta con la participación de personajes alegóricos basados principalmente en la mitología grecolatina, y en menor medida en la Biblia. Naturaleza Humana, la protagonista, dialoga con Sinagoga y Gentilidad, y se enfrenta a Eco y Soberbia. Al mismo tiempo Narciso, el divino pastor hijo de laninfa Liríope y del río Cefiso, personifica la belleza de la juventud. Allí, parece que Sor Juana reescribió este mito para en efecto dar una cierta cultura religiosa al pueblo. Por medio de la ficción, se aprende de manera más fácil, y es más agradable.
Alude al tema de la conquista de América y a las tradiciones de los pueblos nativos del continente, aunque este tema no era popular en laliteratura de su tiempo. Sor Juana se aprovecha de un rito azteca, representado por un tocotín, en honor a Huitzilopochtli para introducir la veneración a la Eucaristía y ligar las creencias precolombinas con el catolicismo hispánico. Es una de las obras pioneras en representar la conversión colectiva al cristianismo, pues el teatro europeo estaba acostumbrado a representar solo la conversiónindividual.
Pero lo que aquí nos va a interesar no es la obra en su totalidad sino más bien un fragmento que empieza con una didascalia (suena terremoto…) en la página sesenta y ocho y que se acaba en la página setenta y uno con el verso mil quinientos ochenta y seis con la réplica de “Dentro”: éste era mi hijo,…). Como puede verlo usted, se encuentra casi al final de la obra. Lo que marca ciertaimportancia pues ya sabemos que Narciso ha muerto pero en nuestro fragmento Eco no lo menciona, solo se lo deja adivinar al espectador.
Nuestro estudio va a fundarse esencialmente sobre la personalidad de Eco ya que es a través de ella, que podamos ver el “yo” ficcional de Sor Juana Inés de la Cruz. Para eso, pondremos en relación el personaje de Eco como siendo un espejo de Sor Juana Inés de la Cruzen cuanto a su afición para la ciencia, analizando al mismo tiempo todo lo relacionado con la religión o el mito sin olvidar la vida de esta monja que logro escribir con bastante audacia para su siglo.
Una mujer entera, eterna: la ciencia, la religión
Quizá, de entrada, parezca un tanto extraño que intentemos ver en la obra de Sor Juana algunos rasgos que nos permitan el atrevimiento deincluirla en la trayectoria que viene dibujando el espectro del pensamiento de las mujeres en la historia de la ciencia. Pero podemos preguntarnos, ¿En qué sentido pudo haber contribuido una poetisa al desarrollo de las disciplinas científicas?, ¿qué teoría propuso?, ¿qué artefactos inventó?, en fin, ¿qué tipo de científica fue esta mujer del siglo XVII mexicano? La verdad es que no vamos a contestara estas preguntas solo nos interesaremos a un punto de la ciencia que se desarrolla en el fragmento: la ciencia astronómica. Sor Juana no propuso teorías ni tampoco inventó nada por lo cual su nombre tuviese que ser recordado en este preciso sentido. Pese a ello, podemos, en otro sentido, recuperar su obra como un prototipo histórico del derecho de las mujeres a una educación científica y, más...