Soy El N Mero 4
Pittacus Lore Transcrito en Dark Guardians
Pittacus Lore Transcrito en Dark Guardians
Sinopsis
Llegamos nueve. Nos parecemos a ustedes. Hablamos como ustedes. Vivimos entre
ustedes. Pero no somos como ustedes. Hacemos cosas que ustedes sueñan hacer.
Tenemos poderes que ustedes sueñan tener. Somos más fuertes y más rápidos.
Somos los superhéroes que adoran en películas y cómics.Pero somos reales.
Ahora, corremos, nos escapamos. Pasamos nuestras vidas en las sombras, en lugares
donde nadie se atrevería a buscar, pasamos inadvertidos.
Hemos vivido entre ustedes sin que lo sepan. Pero ellos lo saben. Ellos nos encontraron
primero y nos empezaron a cazar.
Atraparon al Número Uno en Malasia. Al Número Dos en Inglaterra. Al Número Tres en
Kenia.
Los mataron a todos.
Yo soy elNúmero Cuatro.
Soy el próximo.
Pittacus Lore Transcrito en Dark Guardians
Prólogo
Transcrito por Maja
La puerta tiempla. Es una cosa delgada hecha de ramas de bambú amarradas con jirones de
cáñamo. El temblor es sutil y para casi de inmediato. Los dos alzan la cabeza para escuchar; un
chico de catorce años y un hombre de cincuenta que todo el mundo cree que es su padre, pero
que nació cerca de una selva distinta, en un planeta distinto a cientos años luz de distancia. Los
dos están acostados, sin camisas, en los extremos opuestos de la cabaña. Un mosquitero cubre
cada catre. Oyen un estruendo lejano, como el de un animal que rompe la rama de un árbol, pero en este caso suena como si hubiera roto el árbol entero.
—¿Qué fue eso? —pregunta el chico.
—Shh —replica el hombre.
Se oye el chirrido de los insectos, nada más. El hombre baja las piernas por un lado del catre
cuando la puerta vuelve a temblar. Un temblor más prolongado y firme y otro estruendo, esta vez
más cercano. Se levanta y camina lentamente hasta la puerta. Silencio. Respira profundamente al acercar la mano al cerrojo.
El chico se incorpora.
—No —susurra el hombre.
En ese instante, la hoja de una espada delgada y brillante, de un metal blanco y reluciente que no
existe en la Tierra, traspasa la puerta se hunde en su pecho hasta asomar quince centímetros por
su espalda y vuelve a salir rápidamente. El hombre suelta un gruñido. El chico deja escapar un grito ahogado. El hombre toma aire y dice una sola palabra: “Corre”. Y cae al suelo sin vida.
El chico brinca del catre y atraviesa la pared de atrás. No se toma la molestia de salir por la
puerta o una ventana. Literalmente atraviesa la pared, que se rompe como si fuera de papel,
aunque este hecha de recia y dura caoba africana. Y se interna en la noche congoleña, saltando
árboles, corriendo a una velocidad de casi cien kilómetros por hora. Sus sentidos del oído y la
vista son superiores a los de los humanos. Esquiva árboles, sortea enmarañadas vides y brinca
riachuelos con una sola zancada. Unos pasos fuertes le pisan los talones, acercándose cada vez
más. Sus perseguidores también tienen dones. Y llevan algo consigo. Algo de lo que solo ha oído
a medias, algo que creyó que nunca vería en la Tierra.
El estruendo se aproxima. El chico oye un rugido bajo y profundo. Sabe que lo que sea que viene
persiguiéndolo avanza cada vez más rápido. Entonces, ve un quiebre en la selva, por delante. Y
al llegar allí, ve un enorme barranco, de unos noventa metros de ancho y otros
Pittacus Lore Transcrito en Dark Guardians
noventa de profundidad, con un río al fondo. Unas rocas inmensas bordean el río; unas rocas que
lo destrozarían si cayera sobre ellas. Su única salvación está en atravesar el barranco. No podrá
tomar mucho impulso, y tendrá esa sola oportunidad. Una sola oportunidad de salvar su vida.
Pero incluso ...
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