Sucede En Diciembre

SUCEDE EN DICIEMBRE

Era una noche de luna llena. Los fuegos artificiales de distintos colores y atronadores sonidos cortaban intermitentemente la luz plácida de la noche.
Cecilia y Naná habíanllegado a la casa de los más antiguos catequistas del barrio para seguir celebrando a la Virgen Morena; después de la misa, el grupo de animadores organizó una pequeña cena. Naná ya tomaba el segundocaballito de tequila con sal y limón. Era una buena aprendiz de Leonora. Cecilia había comenzado ya a contar su largo repertorio de chistes. De vez en cuando los fuegos pirotécnicos la interrumpían,pero no le importaba, ni a ella ni a los amigos.
Leonora se acercó a Naná y le dio un beso, ella sonrió, llevándose el último shot a la boca.
- ¡Hey!, Ceci, tu socia ya lleva dos caballitos de tequilaencima, y yo tres, ¿le sirvo otro más? – gritó Leonora. Cecilia les hizo una seña a ambas y terminó de contar el chiste, al tiempo que sonó el estruendo de las carcajadas.
Naná dejó el caballitovacío sobre la mesa. Se unió al grupo de quienes bailaban al ritmo de un improvisado mariachi. Sonreía y brincaba. Había que disfrutar y cantar canciones a la morenita.
Estela se despertó sobresaltada,miró el reloj, la una de la madrugada, en punto. Cecilia y Naná no habían llegado. Se levantó para no despertar a José; llamó a los celulares de ambas y en cada uno se oía una voz que decía: “el númeroque usted marcó está apagado o se encuentra fuera del área de servicio. Le sugerimos llamar más tarde”.
Terminada la ronda de canciones, Naná se acercó a Cecilia y a quienes estaban comiendo pozole,la hilera de chistes continuaba. Leonora se quedó pensando en Naná, volvía a su memoria la tarde de su encuentro.
Ese día, inicio del mes, Leonora estaba abatida por el sufrimiento y la bajaautoestima. La pérdida del movimiento de sus piernas la hacia revolcarse en su cólera y perder el sentido de orientación. - ¡Aléjate! – le gritó a Naná, que estaba parada frente a ella, en ese atardecer....