Sueños Y Descontentos En El Paisaje Vienés

SUEÑOS Y DESCONCIERTOS EN EL PAISAJE VIENES

Aquella mañana helada que caracterizaba perfectamente los paisajes vieneses, la familia aristócrata y sus invitados se sentaron en la gran mesa del comedor a desayunar un opíparo festín que mostraba de manera eficiente un típico desayuno europeo. Mientras comían huevos babé, con tocino frito, tostadas francesas y capuccino, que parecían compradosen un restaurante de lujo, el anfitrión se tomó un momento mientras escuchaba la conversación que los Zimmerman y su esposa disfrutaban, y sorprendió a sus huéspedes preguntándoles sobre los sueños que habían tenido esa noche que pasaron en su fastuoso hogar, que bien podría ser comparado con esos hoteles cinco estrellas que se ubican en lo alto de los Alpes, y donde la habitación de la dama deservicio bien podría ser una suite.
Los Zimmerman habían llegado a la capital austriaca unos días atrás para pasar unas vacaciones bien merecidas luego de varios meses sin salir de su joyería. Se dirigieron directamente a la casa del embajador de su país, quien era amigo fiel del señor Zimmerman desde la secundaria, cuando conocieron que sus realidades eran muy parecidas y donde vivieron susprimeras aventuras. Juntos se dirigieron a una cena organizada por el Club de Caballeros de Viena, lugar de reunión de los hacendados de la ciudad. Los Zimmerman deleitaron a los comensales con las joyas que hacían, a la vista intensa de varias damas y caballeros que sonreían para no mostrar la envidia que los carcomía por dentro, y al aprecio de varios mandatarios extranjeros que no podrían olvidara esa pareja tan segura, que hasta en la muestra de las joyas vendían también una pasión de noviazgo que se notaba en el brillo intenso que sus ojos desprendían, a la espera de destellar más luz que el diamante más grande de la corona británica.
Una vez finalizado el maravilloso popurrí de sueños, el embajador se levantó de la mesa haciendo una serie de maniobras que perfectamente podríanhacer sonrojar a una asistente de mago, y presentó sin más vueltas a una mujer a la que los Zimmerman miraron con sorpresa. El rentista dedicó sólo cinco minutos a explicar lo que Frau Frida, que parecía una vieja escuálida y de mal gusto para Patricia Zimmerman, hacía y cuán impresionante era su poder para adivinar el futuro a través de los sueños. Alentada por su marido y por la dueña de casa,Patricia se vio obligada a desembuchar con características precisas su sueño, a pesar de la vergüenza que le ocasionaba contar algo que para ella era una estupidez.
--Soñé que volaba con delfines sobre un frondoso bosque, y que luego caía al vacío, para ser salvada por un colchón de mariposas -–dijo Patricia avergonzada.
--Eso significa que no debe permanecer dentro de la casa -–comentó Frau Frida demanera extraña.
--Si, ¿cómo no? --replicó irónicamente Patricia—- y mucho más con el frío que hace. Bien podría usted pedirme que me meta dentro de un congelador luego de bañarme, ¿no le parece?
--No sea desconfiada, que mis interpretaciones no son infamias.
A pesar de hablar sobre el fantástico presagio con su marido, Patricia tuvo que ceder ante el convencimiento no sólo de su pareja,sino también de sus posaderos, que demostraban tal convicción, que parecía una clara demostración de fe.
Una vez en el patio trasero de la casa, Patricia evidenció lo único que la predicción tenía de positivo, fumar un cigarrillo, de esos que su marido le tenía prohibido. Ya al resguardo de ese humo seco que le alegraba de cierta manera la existencia, vio como Frau Frida se acercaba a la puertatrasera de la casa y salía directamente a su encuentro.
--Disculpe que la haya hecho salir aquí afuera, pero es el único lugar donde puedo hablar con usted a solas sin el entrometimiento de terceros –-murmuró Frau Frida un tanto nerviosa.
--No puedo creer que usted me haga esto. Debo ser el hazmerreír de todos en la casa.
--Créame que no es así. La razón por la que quería hablar con usted en...