Sugerencias y aliento a los Obispos

Sugerencias y aliento
PARA OBISPOS
Por  José María Lorenzo Amelibia




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INTRODUCCIÓN
Querido señor Obispo, amigo: Este libro está compuesto poco a poco. Su contenido son cartas, la mayoría de ellas de sentido espiritual,que he ido mandando a obispos españoles desde el año 1980. Existe un número reducido de cartas en las cuales se reivindica el estado eclesial coherente con el dogma en los sacerdotes secularizados. Son pocas, porque en el los tiempos primeros en que se escribían no disfrutábamos de la informática. El mayor número de cartas son para animar a los obispos a fomentar en sí mismos la santidad y, juntoa ello, la santidad de sus sacerdotes y de las almas consagradas. También hay buen número de cartas a obispos en particular. En ese caso suprimimos el nombre. Señor obispo, que le sirvan estas epístolas para su meditación y de estímulo para caminar hacia la santidad.

MENSAJES A LOS OBISPOS PARA ANIMARLES A PROMOVER LA SANTIDAD PROPIA Y DE LOS SACERDOTES Y ALMAS CONSAGRADAS
La reforma ha decomenzar prioritariamente por el clero. No en ideas, sino en vida interior, en fervor. Septiembre 1992
Muy estimado en Cristo:
Durante catorce años he venido escribiendo cartas a todos los obispos de España como presidente de ASCE, (Asociación de Sacerdotes Casados de España). Ahora deseo hacerlo más bien a título personal.
Por la misericordia de Dios cada día parece que El me estimula más a lavida de oración. Ahora soy del todo consciente de lo indiferente que es en la vida desempeñar un cargo u otro. Lo verdaderamente importante es que Dios sea conocido, honrado y glorificado y "a quien enviaste, Jesucristo."
Con estos sentimientos quiero dirigirle estas líneas. Dispense mi "osadía", porque si Pablo se sentía "como abortivo", ¿cómo habré de sentirme yo dentro de la Iglesia?
Meencuentro abrumado al ver la descristianización progresiva de nuestra nación, al constatar el descenso de dinamismo apostólico en la evangelización, la tibieza de gran parte del clero. (Nosotros, los "rebotados", también hemos contribuido a ello.) Esta tibieza ha llegado por el abandono de la oración personal y la lectura espiritual. A muchos sacerdotes sólo les queda la celebración eucarística (aveces rutinaria) como único contacto de unión con Dios. Gran número de sacerdotes se confiesan muy de tarde en tarde o lo hacen en absoluciones colectivas.
Pienso que la reforma ha de comenzar prioritariamente por el clero. No en ideas, sino en vida interior, en fervor. El fervor debe transformar una sociedad cansada, corrompida, vuelta prácticamente pagana. Así lo expresaba aquel apóstol del clerodel siglo XVI, San Antonio Mª Zacaría.
Nunca ha habido más reuniones que hoy, y pocas veces habrán sido, por lo general, tan infructuosas.
Leía hace poco en la vida del Cura de Ars estas ideas: Vianney no frecuentaba reuniones ni tertulias. Le faltaba tiempo incluso desde sus primeros años de sacerdocio. Sé que todos pensarán: "los tiempos han cambiado". Pero... la realidad es que hoy más del 90por ciento de las reuniones son inútiles, y quizás contraproducentes. Le voy a copiar una frase que tengo aquí del santo. "Lo que pierde a los curas es andar viéndose sin parar. Bien que de vez en cuando se vaya a visitar a un compañero, para edificarse, para confesarse. ¡Pero eso de andar siempre corriendo, no! Lo que nos impide ser santos es la falta de reflexión. No entramos dentro de nosotrosmismos; no sabemos ni lo que hacemos. Es la reflexión, la oración, la unión con Dios lo que nos falta, y para eso, tranquilidad, retiro, amigo mío, retiro. Es en la soledad donde habla Dios."
Estas frases merecen ser leídas con frecuencia. Y en este sentido se me ocurre algo muy positivo que desde mis años mozos de sacerdocio lo tenía en el alma, y un obispo lo llevó al aula conciliar por mi...