Surquillo: tierra de nadie

Surquillo: Tierra de Nadie
Un pequeño comentario para un distrito que a mis ojos da pena.
El sábado trece de febrero me dirigí a Surquillo, precisamente a la Avenida Salaverry, dónde se puedeencontrar platerías por doquier y dónde el flamante Alcalde inauguró meses atrás acompañado de nuestro Presidente, el Señor Alan García, el empedrado que había hecho en ésta como “gran cosa”.
Mi preguntava dirigida al Alcalde; ¿acaso Surquillo es sólo la Avenida Salaverry, donde sin problema ni preocupación se puede comprar sin esperar que venga algún bandolero y te arrebate la cartera?
Pues bien,ese día efectivamente hice mis compras sin ningún problema, siempre sobre la Avenida Salaverry, y luego de terminar me dirigí a la Calle Montero, cuatro paralelas abajo de la afortunada Avenida, ysin ninguna oportunidad de defenderme cuando me dirigía a cruzar la pista, un individuo al que jamás le vi la cara se me abalanzó por detrás y tirándome al suelo me arrebató la cartera a vista ypaciencia de los vecinos que además parecían estar coludidos en el asunto. Estando tirada en el piso esperando con afán que algún vecino se apiadara de mí, pasaron corriendo otros tres hombres, mientrasdirigía la mirada a un sujeto parado en la vereda y al dueño de un cuartucho llamado “taller de carpintería” que más bien parecía una guarida de ladrones, y ninguno de los dos me prestó la más mínimaatención. Rápidamente y todavía sin saber lo que me había pasado, me levanté de la pista buscando desesperadamente la piedad de alguna persona. El sujeto parado sobre la vereda no movió ni una ceja;parecía de piedra. Por lo cual llegué a una triste conclusión: ¿qué pasa con el distrito de Surquillo y su gente…es acaso la piedad algo de lo que ya no se acuerdan debido a los constantes asaltos que ahísuceden? Quiero pensar que esto se llama costumbre y que la gente simplemente cree que el hecho de ver una persona tirada sobre el asfalto sin zapatos, magullada, y con los pelos parados es pan de...