tareas

 
había empezado desde cero la escuela, sus proyectos. La noche de navidad, Miguel, Fermín yTomás invitaron a Muriel a salir, pero ella tenía que ir con Tomás por el rezo de la abuela. Esanoche bailaron Muriel y Tomás, y el cura tocó la pandereta.Capitulo 5El 8 de enero había llegado y había abierto la escuela. Muchos niños faltaban pues era la época dela gripe. Ella se había interesado en latal niña Marta Arive que nunca asistía. Preguntó a susescolanos donde vivía y le señalaron a lo lejos la casa. José Mari ni Tomás ni Pello estaban paraayudarla y el alcalde tenía gripe; así que fue sola. Llegó, era una casa acogedora, con olor amembrillo, de madera, con sillas y telas en color amarillo, salió por una puerta trasera y contemplóun campo hermoso. Un joven, que tenía apariencia decomponer las tuberías de agua, ella leayudó y le preguntó por la niña, pero éste dijo que era soltero pero que se apellidaba Arive, así que Muriel salió disgustada por no recibir información sobre la niña. Iba en su bicicleta y el jovenla contemplaba, pasando por unas vacas cayó de su bicicleta y los niños que las arreaban eran susescolanos y la ayudaron. Allí se dio cuenta que lo que hacía singularla casa era que por todoslados había libros, así que decidió que quería hacer una biblioteca, y mandó a pedir libros, queríainiciar a los niños en la lectura.Capitulo 62 cajas habían llegado semanas después. Una era de libros y cuentos de la infancia de Muriel y elotro era de libros nuevos. Los alumnos no se veían nada entusiasmados con la sorpresa, pero aunasí pidió ayuda en la tarde paraforrarlos para que no se maltrataran. Cuando los forraban, lesempezó a contar la historia de la muerte madrina y los niños se interesaron en leer pidiendo ellibro, hasta pelearon por él. Muriel los organizó y dijo que cada uno lo tendría 7 días, pero sedesilusionó cuando Antxon sol había leído ese cuento y no los demás, así que les contaba elresumen para incitarlos a leer. Teresa fue la que mas leyó.Hizo una biblioteca y la nombróbibliotecaria por un bimestre, y los incitó a hacer un resumen del libro que leyeran para quequedara archivado. Llegó semana santa y los niños no querían dejarla ir. Miguel la acompañó alautobús que iba a pamplona junto con los niños.Capitulo 7Al llegar a pamplona, Sylvia y su novio la esperaban. Carlos le recordó los modales que se vivían enpamplona, muy diferentes deBeirechea. Cuando salió con sus amigas, sintió la ciudad distinta, tanvacía, tomar el café no era lo mismo, extrañaba el pueblo. En sus días se ocupó de conseguir libros.Sus padres la mimaron pero se sentía más cómoda en el pueblo. Casi la deja el autobús, peroPerico lo detuvo. Ella subió con unas cajas pesadas de libros, allí estaba Javier Arive, quien noparaba de mirarla. Platicó sobre lo quehabía pasado en el pueblo. Al llegar dejó sus cosas en el barcercano, y se dirigió por el sendero al pueblo, notando que Javier la observaba. Llegó a casa yTomás, Pello, la abuela y Isabel la esperaban. Pello dijo que la maestra anterior se había ido ensemana santa, pero que los niños rezaron para que esta no se fuera, Muriel se sintió dichosa.Capitulo 8Carlos y Sylvia llegaron a Beirechea paraavisarle a Muriel que en pamplona ya tenía trabajo enuna escuela del padre de Carlos. Muriel no aceptó y su hermana le dijo que como prefería unpueblo tan feo en vez de estar en la ciudad cerca de casa, pero ella prefirió quedarse. Los 2 semarcharon en el carro deportivo amarillo de Carlos. A la semana, los papas de Muriel llegaron, yvieron como vivía, pero aceptaron su desición, convivieron con laabuela, Tomás, Pello, el cura. La
 
mamá de Muriel checó el cuarto de su hija, y se despidió. Los 2 se llevaron comida que la abuelales dio y partieron en el taxi para pamplona.Capitulo 9La excursión de Semana santa se había retrasado debido a las lluvias. Un domingo en mayo, lamaestra y los escolanos mayores se prepararon y fueron a pedir caballos y el carro al alcalde parasubir al monte y...