Tareas
Nuestro efectivo García.
Nuestro veloz Diomedón.
Verdadero chasqui colombiano.
Sobre el cumplimiento del deber y sentido deservicio, vale la pena conocer lo sucedido en Pamplona al Libertador, cuando después de la Batalla de Boyacá regresaba a Venezuela.
- Señor Alcalde, necesito un hombre leal, enérgico y pundonoroso quelleve pronto en forma segura unos pliegos importantes a Bogotá.
- Excelencia, salgo al punto a buscarlo.
Este breve y expresivo diálogo fue sostenido entre el Libertador y don José MaríaAcevedo, quien accidentalmente servía la Alcaldía de Pamplona.
Un rato después de aquella conversación se presentó el Alcalde y dijo a Bolívar:
- Tengo conseguido y listo ya al hombre, tal como lodesea su excelencia: fiel, enérgico y pundonoroso.
- Está bien, dijo el Libertador. Bajo su propia responsabilidad quedan encargados estos pliegos.
No se habían cumplido todavía nueve díascuando un hombre cubierto de polvo, con los pies extremadamente hinchados y el semblante demacrado, llama a la puerta de la habitación de Bolívar y entrega en sus propias manos, diciendo: Quedadesempeñada la comisón. Esa es la contestación de Bogotá.
- !Imposible!, exclama el Libertador.
- Abra el pliego, su Excelencia, y se convencerá.
Bolívar rasga la cubierta con mano febril y sólopregunta:
-¿Quién la trajo?
-El hombre que conseguí por mandato de Su Excelencia.
Al día siguiente, muy temprano, las campanas tocaron a muerte.
El doble prolongado y general de lasiglesias y el correr de las gentes en una misma dirección indicaron que la persona fallecida era de gran distinción social.
Bolívar, entonces, pregunta: ¿quién es el muerto? Se le contesta que eelAlcalde, que se había ausentado de la ciudad sin saberse para dónde, y que ayer había regresado y había muerto.
- ¿Cómo se llama?- pregunta Bolívar emocionado.
- José María Acevedo.
- Ha...
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