Tareas


Acacia anotaba cosas en su cuaderno duro, de hojas finas y colores exóticos que le servía para miles de cosas, una de esas muchas era anotar la experiencia de vida que tenía cadasemana.

—Acacia, por favor léenos tu poesía, la que había dejado de tarea—dijo la profesora Castro— ¿Has hecho tu tarea Acacia?

—Sí profesora.

Ella sin vergüenza, ni miedo,decidió levantarse de su puesto y relatarles a todos sus compañeros el pequeño verso que transformó alguna vez su vida en una miseria.

“Su mirada parecía vacía en el ambiente, mislágrimas caían sin piedad y sus razones para mi era nulas, su daño, era como mi medicina, ahora entendía por qué Dios le había mandado de tarea lastimarme, solo para prepararme de algopeor, para superarlo…”

Ella se sentó sin hacer ningún ruido, todos la aplaudieron como nunca en su vida, era de verdad bello lo que había escrito, hasta que pasó otro chico, del cual seemocionó, su frase, era como caída del cielo.

“Prometo no volver a caer en tus redes de pesca, porque lo admito, una vez ya he sido pescado y no fue algo de lo que me sintieraorgulloso, tu inocencia fue mi pecado.”

Todos, en especial Acacia aplaudían al chico, del cual desconocían el nombre, ese tan pequeño verso o tan pequeña estrofa, para tener unos doceaños, escribían como alguien profesional, como si de verdad sintieran al sol volar, como si pudieran sustituir el agua por la literatura, como forma de vida.

El chico llamado Mateoacarició por encima la tapa de su cuaderno, uno muy preciado, donde tenía fotos y secretos, los cuales nunca nadie había visto. Ni siquiera Acacia, que era una chica muy observadora.Los detalles que anotaba, los escribía en su cuaderno, pues pensaba que algún día la ayudarían a cumplir su sueño. Escribir un libro que llevaría la fama grabada en la portada.