tareas

A la semana, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos. Entonces los vecinos lo felicitaron por su buena suerte, a lo que él respondió: ¿Buena suerte? ¿Mala suerte?¿Quién sabe?

Cuando su hijo intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir:¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?
Las expresiones subrayadas constituyen predicados de esas oraciones; y modifican por igual el núcleo verbal en negrita, como el núcleo del sujeto. porejemplo: una muñeca modifica la forma verbal parece y el sujeto tu hermana. Lo mismo ocurre con el complemento predicativo tranquiló: como adEs común que esta historia se interprete desde la prudencia del"sí, ¿quién podría saber?", o desde la seguridad del "nunca se sabe"... e incluso, desde el osado "yo te dije"... sin reconocer –como el labrador- la responsabilidad moral que tenía con susconductas... independiente si causaban daño o hacían el bien.

El argumento parecería ser que, como no se sabe a ciencia cierta qué va a ser bueno o malo para nosotros mismos o para cualquier otro, seguimoshaciendo alegremente lo que nos parece más oportuno en cada caso... bajo diversos parámetros, disculpas, concesiones... sin peso alguno en la mente ni preocupaciones en el corazón porque al final,pareciera que como en el cuento y citando a la mística inglesa Juliana de Norwich, resuenan las palabras esperanzadoras de Jesús crucificado..."Al final... todo, todo saldrá bien"... que no es más que unabella expresión del optimismo cristiano que espera confiadamente que Dios se las arregle para que al final todo salga bien, a pesar de todas las dificultades innegables por las que va pasando elmundo, y nosotros con él. Esta comodidad, de dejar todo para que Jesús lo resuelva desde la cruz es una crítica frecuente a los cristianos.

El sacerdote jesuita Carlos Vallés, en su libro "Ligero de...