tares

antologìa familia y vida cotidiana

2.- Familia y reproducción social.
Punto 2.2. artículo A.
Orlandina de Oliveira, "La familia. Cambios en la vida familiar", en: Demos. Carta demográfica so­bre México, México, 1994, Nú­mero 7, IIS-UNAM, pp. 35-36.
LA FAMILIA. Cambios en la vida familiar.
Orlandina de Oliveira
En las últimas décadas, México ha experimentado transformacio­nessociodemográficas relevan­tes, entre las que se encuentra una reducción importante de los niveles de fecundidad y mortali­dad.
Al mismo tiempo, se ha dado un aumento de la esperanza de vi­da, una prolongación de la vida en pareja y un incremento de las separaciones y divorcios. Son conocidas las repercusiones de estos aspectos sobre las caracte­rísticas de las familias (tamaño, composición y ciclo vital), supro­ceso de formación y disolución.
Sin embargo, sabemos muy poco acerca de las relaciones intrafamiliares que se dan entre géneros y generaciones. No con­tamos con información de amplia cobertura espacial y temporal que haga factible configurar un panorama de las múltiples for­mas de convivencia familiar que coexisten en diferentes ti­pos de hogares y sectores so­ciales en el país.
En estaocasión presentamos sobre todo datos cualitativos acerca de la vida familiar en diferentes sectores sociales urbanos que sugieren cuales son los ámbitos familiares mas resistentes al cambio y aque­llos donde, por lo menos, han ocurrido algunas modificacio­nes. Nos referimos a un arreglo familiar predominante en térmi­nos cuantitativos en el país: aquel que es dirigido por varo­nes y formado casisiempre por el padre, la madre y los hijos.
La expresión "vida familiar" alude a algunos ámbitos alre­dedor de los cuales se organi­zan los procesos de reproduc­ción cotidiana y generacional de los individuos: la división del trabajo, el ejercicio del poder y la sexualidad entre los cónyu­ges. Argumentamos que las transformaciones en cada una de estas esferas ocurren con tiempos y ritmos distintos yson diferenciales por sectores so­ciales.
Uno de los ámbitos que suele ser mas resistente al cambio es el de la sexualidad entre los cónyuges: los hombres casi siempre deciden y toman la ini­ciativa en cuanto alas relacio­nes sexuales, y las mujeres con frecuencia no disfrutan ple­namente su sexualidad. Figue- roa Perea (1993) señala, con base en una encuesta regional de poblaciones rurales yurba­nas, que una de cada tres mu­jeres en el norte del país y una de cada cinco en el sur verbali- zan que su vida sexual es poco gratificante. Dicha respuesta, si bien podría indicar que las mu­jeres se resisten a hablar del tema, también refleja en cierta medida una marcada represión de la sexualidad femenina. García y Oliveira (1994), a par­tir de entrevistas realizadas a 93 mujeres casadas ounidas en las ciudades de México, Mé- rida y Tijuana, muestran que cuando las mujeres asumen un papel más activo en la vida sexual casi siempre se genera una importante fuente de con­flicto con su pareja. ¿Porque en el ámbito de la sexualidad las resistencias al cambio son tan marcadas?, se trata de una es­fera par excelencia de ejercicio del poder masculino y repre­sión de la autonomía femeni­na?Sin lugar a dudas, estamos frente a una esfera de la vida familiar compleja, cargada de ambivalencias y conflictos -no siempre explícitos- cuya trans­formación se dificulta por la presencia de creencias, cos­tumbres y normas que legiti­man las relaciones asimétricas de poder entre hombres y mu­jeres.
Otra esfera poco vulnerable a modificaciones rápidas es la de los trabajos reproductivos (laboresdomésticos y crianza de los hijos). En diferentes sectores sociales, a pesar de los cambios registrados entre las generacio­nes más jóvenes, casi siempre es la esposa la responsable de la supervisión o ejecución de estas actividades. La mayoría de los varones no asume en forma sistemática la responsabilidad de la realización de tareas do­mésticas específicas. Con fre­cuencia, su participación...