Te Veo

31 de marzo de 2008.
Te veo


Por Juan Carlos Eichholz


Aquello para lo cual estamos construidos es lo contrario de aquello que nos hace felices.

Hace muchos años –bastante antes de que eltema se pusiera de moda– alguien me contó que quería hacer una encuesta nacional sobre la felicidad. Mi primera reacción, por supuesto, fue pensar que el tipo se había vuelto loco; era una idea sinsentido, propia de la farándula, algo poco serio. Pese a mis comentarios, la encuesta se realizó, y luego vinieron otras más, a las que tiempo después se sumaron estudios y encuestas internacionales,al punto que hoy tenemos el mapa mundial de la felicidad, en el que consistentemente aparecemos dentro del grupo de los no muy felices.

En un lugar bien lejano, en el corazón de África, el saludo deuna tribu –el equivalente al “hola” nuestro– significa “te veo”. En otras palabras, cada vez que una persona saluda a otra le está diciendo que la ve, se está conectando con ella.

Obviamente, losencuestadores de la felicidad no llegan a ese lugar casi perdido, pero, si lo hicieran, es muy probable que encuentren que ese pueblo dice ser más feliz que el nuestro, y que muchos otros más felicesque el nuestro.

Hace ya algunos meses que estoy atrapado en esta reflexión acerca de la felicidad –aunque todavía no logro acomodarme al uso de la palabra–, pero no desde la perspectiva de laspolíticas públicas, que es el espacio en el que se ha dado el debate, sino desde una perspectiva personal. La paradoja es que aquello para lo cual estamos construidos es exactamente lo contrario de aquelloque nos hace felices. Esto significa que, para ser más felices, debemos vencer nuestra propia naturaleza humana, esa naturaleza que nos lleva a obtener más que a entregar, a competir más que acolaborar, a mirarnos a nosotros mismos más que a ver a los demás.

¿Por qué nos comportamos así? Porque vivimos bajo el paradigma de la escasez: si aquello que busco es escaso, no me queda otra salida...