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Leer con la generación net: geografías de lo posible
Dra. Silvia Andrea Contín- Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco- Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales- Plan Nacional de Lectura: plecturacontin@gmail.com- Ministerio de Educación de la Nación. Plan de Lectura Chubut.
"El hombre construye casas porque está vivo, pero escribe libros porque se sabe mortal. Habita enbandas porque es gregario, pero lee porque sabe que está solo. La lectura no toma el lugar de nadie más, pero ninguna otra compañía podría remplazarla"
Daniel Pennac. Como una Novela
Buenos días colegas, quiero iniciar esta charla poniéndole voz a una historia de amor que hace unos días me llegara en un viaje. Creo que las historias hablan de casi todas lascosas que nos pasan y preocupan a las personas y son entonces “reveladoras”.
Ella y el no pertenecían a la generación Net, se habían conocido de jóvenes, en las luchas “setentistas”, allá por la plaza del barrio. Ella docente, él un prestigioso integrante de la justicia porteña, los dos con ganas de pelearle al conformismo y ganarle a la utopía.
Cada uno por su camino, hasta que entre ellosdos se puso de por medio un libro, escrito por ella, leído por él. Cómo explicarles a ustedes los poderes de aquella lectura al descuido. En él, un escalofrío y el deseo de encontrarla, para salvar 30 años de silencio.
En el laberinto de la red la buscó y se animó a ponerle un mail que como al descuido decía: “Luego de 30 años, es un placer leerte”. Las cartas iban y venían, mails, chat,faceboock y en ella la sensación de despertar a una poesía oculta que encontraba sus formas en la red. Los teclados fueron metáfora y advertencia sobre los efectos del tiempo en el cuerpo y el alma.
No hubo forma de saber por dónde empezar, dónde ubicar aquel libro de papel que hablaba de la escuela y esta colección de cartas poéticas, cerradas con un candado llamado passwords que cadatanto ella abría para acortar los días de aquel invierno.
Cuando escucho estas historias de una y otra generación, de nativos y migrados, me pregunto ¿Cómo marcar los límites entre el libro y la vida, entre sus antecesores y sucesores? En la historia de un lector... ¿Se dibujan estos límites? ¿Desde qué concepto de literatura hablamos cuando negamos a nuestros alumnos como lectores porque noleen las mismas cosas y del mismo modo que nosotros? ¿Cómo pasar del libro en singular a los libros en plural? ¿Qué pensamos y hacemos los docentes al respecto?
Si mal no recuerdo, en estos últimos quince años de docencia, en varios encuentros, reuniones, notas y entrevistas de prensa algún que otro periodista, colega, amigo me ha preguntado por el futuro de los libros. ¿Que si el libro vaa desaparecer? De mi parte, podría decir que “no”. Creo que esa idea es un invento de los mismos que sostienen la muerte de las ideologías, de las utopías, de las esperanzas.
Poco tengo de futuróloga, pero creo que el libro se reeinscribe desde cada lector, desde los diálogos que abre en cada vida, desde sus marcas, vaivenes, migraciones y regresos. Si los aviones no reemplazaron a losnavíos ni los autos a los trenes, todos los viajes y territorios, incluidos el del libro seguirán siendo posibles. ¿Por qué debería ser de otro modo?
Entre idas y vueltas, en estos quince años, mientras redefino cada día mis pactos con la lectura y escritura, debo confesar que mantengo viejos amores que me resultan irrenunciables. No son digitales ni multimediales pero si son “talismanes” que meayudan a estar donde quiero, a imaginar, a debatir, a darle pelea a mis miedos, a derribar falsos muros, a defender la dignidad, a resistir, a enamorarme y sobre todo a preguntar.
Antes de aprender pedagogía, didáctica y mucho después también, hay libros de papel amarillo que me hablaron al oído y si no hubiera sido por ellos creo que el teclado, las pantallas, y los hipertextos...