teoría de un buen desempeño

Hacia una teoría
del alto desempeño
por Julia Kirby

Julio 2005
Reimpresión r0507b-e

¿Qué significa ser una empresa de alto desempeño?
Veintitrés años después de En busca de la excelencia,
todavía estamos buscando, y puede que quizás
acercándonos a las respuestas.

Hacia una teoría
del alto desempeño
por Julia Kirby

M

ichael Schell sabe una cosa
o dos sobre cómo medir elalto desempeño. Estadístico
del béisbol por excelencia, ha logrado
establecer un argumento convincente
para nominar a los “mejores bateadores de todos los tiempos” en la historia
del juego. Para las personas no familiarizadas con el béisbol, podría parecer curioso que la tarea fuera difícil, y
más aún que el argumento de Schell
requiriera más de 400 páginas para
ser defendido (su libro fuepublicado
por Princeton University Press a comienzos de año). ¿Qué podría tener de
complicado el conteo de golpes? Pero
Schell sabe que es así. Lo que él afirma
haber logrado es tan ambicioso –las
variables tan numerosas, la informa-

ción tan llena de asteriscos– que lo ha
llamado el Santo Grial de las estadísticas de béisbol. Muchas personas con
otros métodos tratarán de demostrar
que seequivoca.
Y lo mismo ocurre también cuando
se proclama a los mejores jugadores
en los negocios. Con la excepción de
que es todavía más difícil. Considere,
en primer lugar, que nosotros los espectadores de los negocios ni siquiera
tenemos el beneficio de contar con un
tablero consensuado. ¿Son los ganadores aquellos con las mayores capitalizaciones de mercado, aquellos con los
mayorescrecimientos de ventas o simplemente aquellos que se mantienen
en pie al final del juego? (¿y cuándo es
ese final del juego?). Luego, existe la

imposibilidad de mantener cualquier
constante en términos de contexto. ¿Es
alguien mejor si prosperó en años de
crisis o si realmente prosperó en años
de boom? Lo más difícil es la tarea a
continuación, una que muchos maestros de las estadísticas denegocios se
han impuesto: descubrir no sólo quién
es el más grande, sino por qué.
El desafío de medir el desempeño
relativo de las empresas, cruzando sectores y épocas, proclamando a las de
mejor desempeño y descubriendo los
impulsores comunes de su éxito, es tan
abrumador que podría parecer un sinsentido enfrentarlo. De hecho, nadie
lo hizo durante los primeros mil o más
años de historia delos negocios.
Una revisión de los contenidos du-

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La o rg an iz ac ió n de a l t o d e s e m p e ñ o

rante 83 años de Harvard Business Review sugiere que la búsqueda no se le
ocurrió siquiera a nadie hasta los años
80, cuando Tom Peters y Bob Waterman comenzaron ainvestigar y escribir En busca de la excelencia. Eso probablemente explica por qué el libro se
convirtió en una sensación editorial.
Como consultores de gestión, Peters
y Waterman estaban en la intersección de la academia y la práctica, y
su trabajo arrojó el guante en ambas
direcciones: desafiaron a los ejecutivos al afirmar que diversas acciones y
actitudes gerenciales podían explicar
ladiferencia entre ganadores y perdedores. Al mismo tiempo, desafiaron
a los investigadores al afirmar que el
problema de aislar los factores que
impulsan el alto desempeño era manejable. ¿Arribaron a las respuestas
correctas? Probablemente no. Es sabido que un número de sus empresas
“excelentes” han dejado de serlo, lo
cual puede o no significar que esas
empresas poseían lo necesario en
esemomento. Al final, el impacto de
En busca de la excelencia no es tanto
que haya resuelto un problema, sino
que haya puesto el problema sobre
la mesa.
Ciertamente, muchos investigadores de gestión siguen creyendo que es
una búsqueda quijotesca, pero varios
académicos de alto nivel han sido incapaces de resistirse al reto (vea la tabla
“Los doctores difieren: diez equipos
de investigación...