Titanic

LA SALA DE LOS CUADROS ROJOS
E
ra casi el medio día de un día miércoles, me quedaban solo tres días para visitar el museo, pero no era la primera vez que dejaba un trabajo para el último momento.Sin duda alguna tenía mucho miedo de hacer este trabajo, ya que había leído de qué trataba esta exposición fotográfica, era un tema al que siempre le huyo por el simple hecho de que odio el pensar queexiste gente tan desgraciada en el mundo, tan infeliz que solo vive para hacerle daño a otras personas.
Pasaban por mi mente al dirigirme hacia el museo, las anécdotas de mi abuela, madre y tíosquienes pasaron por la terrible experiencia de vivir esta horrenda etapa. Mientras más cerca estaba más temerosa me sentía, pues sabía que vería imágenes que me impactarían.
Al llegar al museo de lanación me entregaron un croquis del recorrido y al abrirlo vi pequeñas imágenes que serían parte de la exposición y un gran aviso que decía que parte del material exhibido podría herir la sensibilidadde las personas.
Totalmente armada de valor empecé mi recorrido, ‘Yuyanapaq’ había sido llamada la exposición, ‘Para recordar’ con fotografías como había tocado al país la violencia política.
Loprimero que vi fue la fotografía de un policía en un poste tratando de bajar el cuerpo de un perro que había sido víctima de estos llamados terroristas. La imagen fue tan impactante que pensé enretroceder y retirarme, pero impulsada por la rabia continué.
Caminaba, veía las impactadoras imágenes y leía la descripción a la vez de cada una de las fotografías, realmente me dejaban sin palabras loshechos que allá por los 80 sacudieron todo el territorio peruano, sobre todo la sierra, que fue testigo de tan violentos acontecimientos.
Muchas de las fotografías que vi, se quedaron grabadas en miretina, cuerpos tirados sin vida, otros golpeados, campesinos dispuestos a defenderse, terroristas armados que pensaban que luchaban por la desigualdad en el país, pero no sabían que eran simples...