Todo sobre nada

UN DOMINGO EN EL MERCADO
Narración:
Erase un domingo lluvioso y para nada soleado, siendo las diez de la mañana con la pereza que acostumbro a profesar todos los domingos Me encontraba yorecostada en mi lecho decidiendo cual pie movería primero para poder levantarme, opté por el izquierdo ya que desde joven he apoyado las tendencias izquierdistas. Luego de dicha acción me encontré de pieen mi habitación aún medio dormida pero con la firme intención de ir al mercado. Me dirigí al baño, me bañé mi cavidad bocal y los dientes que dentro de esta se encuentran y a continuación sumergí micuerpo bajo el potente y frío chorro de mi regadera, todo esto no sin antes despojarme de mis vestiduras nocturnas. Terminado mi ritual matutino de limpieza, proseguí a cubrirme con mi acostumbradatoalla blanca y caminé de nuevo a mis aposentos. Selecciono un atuendo de mi armario y me acicalo. Ingiero mi desayuno predilecto y salgo a la calle, camino hacia el mercado, mientras en mi mente creo lalista de los víveres que necesito para esta semana.
Descripción:
Llego a la plaza de mercado, es un edificio de cuatro pisos y sótano. Su fachada sucia y polvorienta da muestra del duro tratoal que es sometido a diario. El acceso principal está precedido de una serie de vendedores ambulantes y la fila de taxis que esperan ansiosos por una jugosa carrera es más grande los domingos quecualquier otro día de la semana. Son muchos los individuos que circundan el mercado por diferentes razones. Algunos son indigentes que visten desgastadas y mugrientas ropas, y generalmente recorren lacalle buscando comida mientras caminan sin usar calzado alguno, para muchos resultan repugnantes y despreciables aún cuando son seres humanos al igual que todos los demás. Los vendedores ambulantes sonotras personas que componen el entorno de la “plaza de mercado del centro”, ellos intentan vender a toda costa su mercancía, ya sean cítricos como piñas, limones o naranjas, deliciosas granadillas o...