Toma Mi Mano
Pero esta vez es distinto... el profesor en el que se centra "Toma Mi Mano" encuentra un curioso modo de inspirar a sus estudiantes. No con poesía, como en "Dead Poets Society"; tampococon música clásica, como en "Music of the Heart"; ni con rock and roll, como en "School of Rock"; ni con fervor latino, como en "Stand and Deliver"; ni con matemáticas, como en "Good Will Hunting"; nicon leyendas maoris, como en "Whale Rider"; ni con ballet, como en "Billy Elliot"; ni con balística, como en "October Sky"; ni con letras de Bob Dylan, como en "Dangerous Minds"; ni con feminismo,como en "Mean Girls"; ni con música clásica (otra vez), como en "Mr. Holland's Opus"; ni con ética, como en "Cheaters"; ni con béisbol, como en "The Rookie"; ni con violencia, como en "187"; ni concerveza, como en "Animal House". Bueno, olviden este último.
No, esta vez es totalmente distinto. Esta vez es... baile de salón.
El enigmático profesor Pierre Dulaine (Antonio Banderas) llega a unaruda escuela urbana, donde se encarga de los estudiantes más problemáticos. Y para inspirarlos a mejorar, decide darles clases de baile de salón. Desde luego los demás maestros se burlan de su idea,pero eventualmente los jóvenes empiezan a mostrar cambios positivos en sus vidas... si tan sólo logran escapar las tentaciones criminales que constantemente los rodean.
Aunque me causa cierto hastíoesta repetida fórmula, no puedo negar que en manos de la directora Liz Friedlander (veterana de incontables videos musicales), "Toma Mi Mano" logra superar los clichés y se transforma en una cintaentretenida que casi justifica su existencia con buenas actuaciones, agradable música y con un toque de realismo ligeramente superior al de muchas otras cintas similares. No esperemos mucho... aún...
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