Trabajo Cuento
Frida Schiavon y Paula Miserachi
A partir del cuento “Berenice”, de Edgar A. Poe, cita frases que ejemplifiquen cada una
de las siguientes características del Romanticismo:
1. Perpetuo movimiento.
“La desgracia cunde multiforme sobre la tierra.”
“¿Cómo es que de la belleza he derivado un tipo de fealdad; de la alianza y la
paz, un símil del dolor?”
“La enfermedad una enfermedad fatal cayó sobre ella como el simún, y
mientras yo la observaba, el espíritu de la transformación la arrasó, penetrando
en su mente, en sus hábitos y en su carácter, y de la manera más sutil y terrible
llegó a perturbar su identidad. ¡Ay! El destructor iba y venía, y la víctima, ¿dónde
estaba? Yo no la conocía o, por lo menos, ya no la reconocía como Berenice.”
“Cuando me habló, susurrando, de una tumba violada, de un cadáver
desfigurado, sin mortaja y que aún respiraba, aún palpitaba, aún vivía.”
2. Libertad y exaltación en la expresión.
“¡Berenice! Invoco su nombre... ¡Berenice! Y de las grises ruinas de la memoria
mil tumultuosos recuerdos se conmueven a este sonido. ¡Ah, vívida acude ahora su imagen ante mí, como en los primeros días de su alegría y de su dicha! ¡Ah,
espléndida y, sin embargo, fantástica belleza! ¡Oh sílfide entre los arbustos de
Arnheim! ¡Oh náyade entre sus fuentes!”
“En los días más brillantes de su belleza incomparable, seguramente no la amé.”
3. Atmósfera de gran exotismo y melancolía.
“Sin embargo, no hay en mi país torres más venerables que mi melancólica y gris heredad. Nuestro linaje ha sido llamado raza de visionarios, y en muchos
detalles sorprendentes, en el carácter de la mansión familiar en los frescos del
salón principal, en las colgaduras de los dormitorios, en los relieves de algunos
pilares de la sala de armas, pero especialmente en la galería de cuadros
antiguos, en el estilo de la biblioteca y, por último, en la peculiarísima naturaleza de sus libros, hay elementos más que suficientes para justificar esta creencia.”
“Los recuerdos de mis primeros años se relacionan con este aposento y con sus
volúmenes, de los cuales no volveré a hablar. Allí murió mi madre. Allí nací yo.
Pero es simplemente ocioso decir que no había vivido antes, que el alma no
tiene una existencia previa. ”
4. Sensibilidad sin ataduras.
“Allí murió mi madre. Allí nací yo. Pero es simplemente ocioso decir que no había vivido antes, que el alma no tiene una existencia previa.”
“Al despertar de improviso de la larga noche de eso que parecía, sin serlo, la
noexistencia, a regiones de hadas, a un palacio de imaginación, a los extraños
dominios del pensamiento y la erudición monásticos, no es raro que mirara a mi
alrededor con ojos asombrados y ardientes, que malgastara mi infancia entre libros y disipara mi juventud en ensoñaciones; pero sí es raro que transcurrieran
los años y el cenit de la virilidad me encontrara aún en la mansión de mis
padres...”
5. Predomina la pasión sobre la razón.
“Hay, sin embargo, un recuerdo de formas aéreas, de ojos espirituales y
expresivos, de sonidos musicales, aunque tristes, un recuerdo que no será excluido, una memoria como una sombra, vaga, variable, indefinida, insegura, y
como una sombra también en la imposibilidad de librarme de ella mientras brille
el sol de mi razón.”
“Las realidades terrenales me afectaban como visiones, y sólo como visiones,
mientras las extrañas ideas del mundo de los sueños se tornaron, en cambio, no
en pasto de mi existencia cotidiana, sino realmente en mi sola y entera
existencia.”
“¡Berenice! Invoco su nombre... ¡Berenice! Y de las grises ruinas de la memoria
mil tumultuosos recuerdos se conmueven a este sonido. ¡Ah, vívida acude ahora
su imagen ante mí, como en los primeros días de su alegría y de su dicha! ¡Ah,
espléndida y, sin embargo, fantástica belleza! ¡Oh sílfide entre los arbustos de
Arnheim! ¡Oh náyade entre sus fuentes!”
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