Trabajos

OTRO PERIODO DE OPROBIOSA VACUIDAD

Nos hemos acostumbrado a que este pueblo solo cumple y acumula años, ensimismado en una cotidianidad indiferente, que transforma esencialmente en un envejecidomacilento, fijo y calmo, nuestro aspecto y proyecta entre las calles curvas, perdidas elongaciones hacia cualquier lado con una pretendida ansiedad de crecimiento.

Hacia el noroccidente alzamos lamirada para percibir el fulgor del sol sobre el nuevo cinc que asientan sobre los erosionados cañones y orillas de las quebradas y trochas de eterna recordación multiplicándose en sendas resecas porlas rápidas quemas y el calcinamiento abrumador que agiganta el rostro de calamidad de monstruo plegio, paralizado en su inmensidad informe, saturada de formas dentro del complejo estilístico motivadopor la solvencia y la miseria en convivencia absoluta.

Al sur oriente con el mismo esfuerzo, ritmo peristáltico constante y vivo, se socaban las riveras y hondonadas en busca de guacas y resagos delas memorables crecientes de otros tiempos en que los pequeños caños bajaban madera en abundancia colocándonos en un contraste de tiempo cuando vemos que parecen esperar abajo fosilizado el productode la quema invasiva que cotidianamente descubre las montañas y viendo como llenan de paso las fosas arenosas de cuerpos y causes móviles de cartón, cinc y basura que se preparan para continuarcorriente abajo el desarrollo.

El azaroso hacinamiento a que ha sido obligada un población a la que le tocó en este territorio pasar del infortunio de la persecución de toda laya de violentos aencontrar la fortuna de la coca y traída a este presente de tránsito hacia cualquier desplazamiento como una constante diseñada por el sinuoso discurrir del tiempo, la ambición estatal y la precipitación delas aguas tras la sublimación caótica del declive ex –amazónico; ha causando que la administración respondiendo al caos desde su mezquindad arme suburbios en el foso de colección, o mejor, colisión...