trabajos
Alfredo Bryce Echenique
Guía triste de París
Nota del autor
He vivido y escrito ya lo suficiente como para saber que, en todo lo que
hago, y hasta en todo lo que no hago,
despierto o dormido, hay por lo menos
un elemento altamente literario. Esto
no hace de mí un poco o nada fiable
Don Quijote jugando tenis o sentado
en la redacción de un diario. Los tiros no van por ahí,en todo caso, pues
soy, por ejemplo, hombre puntual y ordenado, y cuando he visto un molino de
viento no he sentido nunca el más mínimo impulso de embestirlo a lanzazos.
Sé perfectamente lo que es y puede
llegar a ser la realidad y lo que es y
puede llegar a ser la fantasía. Y como a la primera suelo encontrarla chata y aburrida, privilegio siempre a la
segunda y la dejo entrar ycircular
libremente por donde le dé su real gana, en cualquier circunstancia o momento, incluso dormido, lo juro. La
fantasiosa ficción baña, pues, todo lo
que hago y no hago, y creo que ni yo
mismo me reconocería jugando tenis de
forma "totalmente" tenística, o sentado en la redacción de un diario de
forma "exclusivamente" periodística.
Por ello es que seis de los catorce
cuentos que conformaneste libro fueron publicados hace algún tiempo en
diarios y revistas de España y América latina como crónicas viajeras y
periodísticas, dentro de una serie titulada "Crónicas parisinas", que la
agencia E{fE tuvo a bien adquirir y
distribuir. Obviamente ocurrió que en
esos textos la fantasía terminó haciendo de las suyas y le dio un peso
fundamentalmente literario a lo que en
principiodebió ser periodismo antes
que nada. Pero lo más divertido de
todo es que, al retomar esos seis textos para fraguarlos como cuentos, suprimí más elementos literarios que
nombres de personas que vivieron en
París o hechos reales que, en efecto,
ocurrieron ese año, ese día y, a lo
mejor, hasta a esa misma hora. ¿Por
qué? Pues porque ello ayudaba mucho a
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que la idea de guía, en"Guía triste
de París", ganara en verosimilitud.
Porque guías prácticas hay, y buenas
y malas, pero que yo sepa no existen
guías tristes, y mucho menos de París.
La historia del cuento "La muerte
más bella del 68* también es divertidamente literaria, ya que en su primera versión fue un encargo de la editorial Alfaguara para un libro de homenaje a los cien años del cine español:
"Cuentos decine". Escribirlo como
encargo y como homenaje fue divertido,
sí, pero también sumamente trabajoso,
y a lo mejor lo corregí incluso demasiadas veces. Pasado el tiempo y releído con la intención de convertirlo
en un séptimo cuento para mi "Guía
triste de París", lo que más me gustó
y hasta conmovió de este cuento fue
habérselo dedicado a un gran amigo.
El hombre merecía mucho más que esetexto en estado de encargo y homenaje,
y créanme que me costó un gran trabajo
recuperar la cortazariana libertad de
mirada adamita, y lograr sentarme de
verdad cual tenista que juega en la
sala de redacción del diario de noticias en el que escribo en mi casa,
privilegiando exclusivamente esa verosímil forma de la fantasía que es la
gratuita ficción.
Los otros siete cuentos no tienenmás historia que la de su propia escritura. El azar los hizo encontrar
su orden, su debido lugar, en esta
"Guía", aunque algo muy importante
para mí los une profundamente a los
otros: después de varias novelas, yo
andaba muy nostálgico de ese endemoniado género llamado cuento.
Alfredo Bryce Echenique
Madrid, marzo de 1998
"El cielo de París tiene sus pro pias leyes, las cualesfuncionan con
independencia de la ciudad que hay
abajo".
Paul Auster,
La habitación cerrada
"Siempre vivimos por debajo de
nuestras ilusiones, Sonia. Para
eso tenemos ilusiones, finalmente.
Para tratar de vivir por encima de
lo que seríamos sin ellas".
Carlos Cerda,
Una casa vacía
"Parigi é piu simbolo di un altrove
che un altrove. E poi sará propio
vero che abíto a...
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