TRATAMIENTO

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LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS EMPRESAS
Federico ARCINIEGA*
SUMARIO: I. Prefacio. La responsabilidad social. II. Introducción. III. Globalización y transnacionalización. IV. Declaraciones.

I. PREFACIO. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
Previamente a entrar a hablar sobre responsabilidad social y más aún sobre responsabilidad social empresarial debemos cuestionarnos:
¿Qué es laresponsabilidad social empresarial? A lo que sin el ánimo de
dar una definición doctrinal, sino práctica, diremos que: es una actitud intencional de contribuir al logro de una sociedad mejor, más justa y solidaria en un medio ambiente más seguro, saludable, limpio e higiénico.
¿Cómo se materializa esa actitud? A través de un compromiso en el
cumplimiento de los deberes y obligaciones empresariales,considerando
un privilegio y una oportunidad transmitir un legado empresarial a la sociedad.
¿Qué objeto tiene? La búsqueda de una mejor sociedad a través del
papel de las empresas estableciendo estrategias de crecimiento económico social más solidario y de mayor respeto al medio ambiente.
II. INTRODUCCIÓN
En primer término, aclararemos que al hablar sobre la responsabilidad
social de las empresasnos podemos referir a cuestiones ambientales (bien
sea en relación con los trabajadores o su entorno), al uso de recursos naturales, al beneficio de la colectividad o sociedad de los lugares donde se
* Barra Mexicana de Abogados.
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ubican las empresas, o desde la perspectiva del cumplimiento de las normas laborales nacionales o internacionales, e inclusopuede ser abordada
desde el régimen interno de éstas y de sus propias regulaciones en etiquetas sociales (las hay en materia laboral y en cuestiones ambientales), o de códigos de conducta respecto a cuestiones laborales, o bien
desde el cumplimiento de las normas de seguridad social, o de la no discriminación, o de las contrataciones colectivas y las relaciones con sus
sindicatos.
Nadie más ciegoque aquel que no quiere ver. Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.
Si bien es cierto, la explotación del hombre por el hombre ha sido recurrente, durante toda la historia de la humanidad, y actualmente ha desaparecido el Estado de bienestar, y la solidaridad parece ser cosa de un
pasado cercano, nacida en el colectivo después de la Primera1 y Segunda
Guerra Mundial.Hoy más que nunca, cuando la justicia social parece haber quedado
olvidada ante la globalización, las grandes migraciones, la discriminación y la pobreza, y vemos su desmoronamiento en la dinámica de una
sociedad y una economía mundial carente de un marco político adecuado
o suficiente desde el que pudieran ser controladas, tanto sociedad como
economía, las empresas y los mercados de las queforman parte de éstas,
los que no sólo no se democratizan sino que muy por el contrario asumen crecientemente funciones de regulación en ámbitos de existencia y
funcionamiento de la sociedad, pasando incluso sobre los Estados nación, así como de sus normatividades nacionales, es que se requiere reforzar la solidaridad sobre el individualismo. Donde no sólo se privilegien las
esferas de laexistencia privada basadas en fortalecer los mecanismos de
la acción orientada al propio éxito particular y, en el mejor de los casos, a la
necesidad de las empresas de legitimarse públicamente en la voluntad colectiva, la que cuando lo puede hacer, sólo funciona en los ámbitos nacionales, no alcanza los procesos de decisión a nivel supranacional. Lo que
nos lleva, como dijera Jürgen Habermas2durante diálogo sostenido con el
cardenal Joseph Ratzinger, el 19 de enero de 2004, en la Academia Católica de Baviera:
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Esto sin olvidar la Constitución mexicana del 31 de enero de 1917.
Filósofo y sociólogo alemán, el representante sobresaliente de la segunda generación de filósofos de la Escuela de Frankfurt.

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La desaparición de la...