Trujillo

Trujillo, R.:
 Principios de semántica textual 
, Madrid, Arco/Libros, 1996;en
 Revista Española de Lingüística
, 28: 1, 1998, pp. 242-247
D
AVID
S
ERRANO
-D
OLADER 
Universidad de Zaragoza
El ensayo del profesor Trujillo se presenta explícitamente no como uncompendio de soluciones o verdades sino como un "provocativo" planteamiento dediversos problemas de semántica textual. Para entender en sujusta medida el valor del libro hay que tener presente el espíritu que lo anima; un espíritu que el autor dejaclaro desde la Introducción: "Me intereso, pues, por la reflexión verdadera, por lareflexión que no conduce, ni puede conducir, a ningún tipo de resultado definitivo: loindiscutible cae siempre fuera del área del pensamiento." (pág. 16). La obra se erigeen una reivindicación permanentedel derecho a pensar, que, como el propio Trujilloreconoce, implica necesariamente el "derecho a equivocarse" (pág. 17). Conscientede ello, el autor se lanza a una especie de cruzada contra una serie de ortodoxiaslingüísticas que los estudiosos han venido arrastrando
 — 
como un verdadero lastre,según opinión continuamente repetida por Trujillo
 — 
sin pararse a reflexionar en laveracidad o laexactitud de las mismas.Se parte de una consideración muy amplia de la semántica, que no es entendidacomo una disciplina autónoma "sino como un
método
que permite examinar, eincluso evaluar, determinados aspectos de las teorías lingüísticas." (pág. 17). Por otra parte, el significado no es, para Trujillo, nada de lo que hasta la fecha ha venidocreyéndose. El gran error de las diversas corrienteslingüísticas es el haber pensadoque las palabras y los textos son sustitutos abstractos de las cosas; lo que ha llevado aintentar definir o delimitar el significado desde fuera de esas mismas palabras o esosmismos textos. Frente a esta opinión, de uso
 — 
y abuso
 — 
extendido, el autor afirmaque palabras y textos son cosas reales en sí mismos y que, en consecuencia, sólo enellos hay que buscar elsignificado. En esta línea, y a pesar de que en una primera

 
 2
lectura algunos de los planteamientos del autor parecen restaurar un idealismosemántico, se trata de desarrollar "un realismo semántico que rechaza las
 palabras-ideas
y que trata de examinar las relaciones entre las
 palabras-cosas
y las
cosas-cosas
(es decir, entre las palabras y sus referentes ocasionales)." (pág. 22). Ellenguajees una realidad independiente, de modo que su posible carácter simbólico orepresentativo no es una propiedad definidora del mismo. La creencia absoluta enesta cualidad de las palabras como cosas y de los textos como objetos naturalesconduce al profesor Trujillo a serias discrepancias con supuestas verdadestradicionalmente aceptadas en el seno de la semántica y de la lingüística en general."Elobjeto de este trabajo no es, pues, una nueva teoría lingüística, sino unaindagación obvia sobre algunas de las bases elementales de las teorías lingüísticas."(págs. 23-24). Tiene razón Trujillo cuando afirma la obviedad de algunas de lasindagaciones que lleva a cabo, aunque hay que reconocer que muchas delas precisiones por él apuntadas no han sido tenidas en cuenta en su justa medida por  buena parte de los semantistas que le han precedido. El interés del autor por dejar claro cuál debe ser el camino que siga un verdadero estudio "lingüístico" le lleva ainsistir en exceso en planteamientos, ejemplos y propuestas que reaparecen multitudde veces en las abundantes páginas del ensayo.Las propuestas básicas en las que funda todo su análisis son, según él mismoreconoce, "verdades evidentes a las que sólo sepuede acceder intuitivamente" (pág.23). Precisamente el carácter "intuitivo" de algunas de las "verdades" que el ensayocontiene hace difícil poder discutir la veracidad o la exactitud de las mismas. En estesentido, el autor alcanza el objetivo deseado: las ideas por él expresadas pueden ser,sin duda, objeto de polémica y discusión. El problema es que el lector tenga"intuiciones"...