Un curioso e insólito episodio coral

UN CURIOSO E INSÓLITO EPISODIO CORAL

Héctor A. Nardi

En el mundo del espectáculo es ya muy habitual y conocida la
circunstancia de que los hechos imprevisibles, en su mayor parte
frutos del azar, suelen estar a la orden del día. La música en general
no escapa a esta ley, y son muy celebradas las variadas y
multifacéticas anécdotas que ilustran, porejemplo, el mundo de la
ópera en particular, y también sucedidos de todo género, que se
relacionen con el universo sonoro desplegado en los escenarios del
orbe.-

La música coral no permanece ajena a la irrupción de episodios que
nutren estos aconteceres, por lo que me permitiré recordar las
características y aspectos verdaderamente coloridos que rodearon en el
año 1965 la realización del“II FESTIVAL LATINOAMERICANO DE
COROS”, en las ciudades chilenas de Valparaíso y Viña del Mar:

Gracias al fenomenal despliegue organizativo de la “Federación de
Coros de Chile”, que presidía por entonces el infatigable y
carismático director Mario Baeza Gajardo, virtualmente toda la
actividad coral de América Latina estaba convocada para este evento,
cuyos preparativos se hicieron sentir yaun año antes con la
distribución en todo el continente de un importante y variado material
gráfico. El Festival había sido declarado “de orden público” por el
gobierno chileno y vastos sectores de opinión del pueblo colaboraban
en solucionar la estadía de casi 5.000 coreutas que se estimaba
arribarían al país, representando a más de 100 coros que habían
confirmado su presencia, a través deuna intensa campaña en la que
solicitaba el alojamiento en hogares de familias chilenas.-

Nuestro país estuvo notablemente bien representado con la concurrencia
de prestigiosos coros y directores, que sumados a otros provenientes
de numerosos países latinoamericanos, conformaron un calificado
caleidoscopio y testimonio de la realidad coral de la década del 60 en
nuestra Américahispanoparlante.- De los colegas argentinos puedo
recordar la presencia de Yolanda P. de Elizondo, Alberto Balzanelli,
Roberto Saccente, Juan A. Petracchini, José Felipe Vallesi, Alberto
Perasolo, Rubén Guarnaschelli, y tantos otros no mencionados que
escapan a mi memoria. Yo concurrí al frente del Coro Polifónico
Municipal de Gálvez, que a la sazón actuaba bajo mi dirección., con
la asistencia dela prof. Carmen R. de Dall’Aglio.

Ya en Mendoza, en vísperas de la iniciación del Festival, numerosos
coros argentinos y otros provenientes en su mayoría de países
limítrofes, tuvimos que quedarnos demorados en esta ciudad a la espera
de que se restablecieran los vuelos suspendidos por un violento
temporal que azotaba la región cordillerana, y que nos impedía el
arribo a Santiago deChile. A medida que transcurrían las horas cundía
la desazón entre tantos coreutas y directores afectados, sucediéndose
gestiones ansiosas y plenas de inquietud para tratar de arbitrar
medios alternativos que permitieran arribar al país vecino. Fue así
como trasladados en la camioneta conducida por el maestro mendocino
José Felipe Vallesi, varios de nosotros iniciamos febriles y nerviososcontactos por medio de radioaficionados con Mario Baeza ( Internet
obviamente aún no había nacido), quien ofreció la posibilidad de hacer
un trasbordo ferroviario desde Las Cuevas, adonde deberíamos llegar
por este medio, fletando a tal efecto un servicio especial de
interconexión con un ramal chileno. Esta era la situación cuando
Aerolíneas Argentinas anuncia el restablecimiento de los vuelosal
mejorar el estado del tiempo. Fue así como comenzaron a partir los
aviones en apretada sucesión y fuera de los horarios programados,
cruzando la cordillera totalmente nevada en una brillante y mágica
noche de luna llena, que nos brindó un espectáculo de gran belleza y
facisnación.-

Por cierto que el arribo de miles de coreutas al aeropuerto de
Santiago en horarios inesperados fue...