Un extra o en mi vida Evan hunter

UN EXTRAÑO EN MI VIDA
Evan Hunter

Traducción autorizada de la edición original en lengua inglesa por acuerdo con
Hui Corporation c/o Curtis Brown Group Ltd.
STRANGERS WHEN WE MEET
Copyright © Evan Hunter, 1958
Copyright © 2010 Quaterni de la edición en lengua española para todo el mundo
© Quaterni es un sello y marca comercial registrado
Traducción: Iñaki Rivero Vélez y Ana Palacio Erdozáin
UNEXTRAÑO EN MI VIDA. Reservados todos los derechos.
Ninguna parte de este libro incluida la cubierta puede ser reproducida, su contenido
está protegido por la Ley vigente, que establece penas de prisión y/o multas a quienes
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artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución en cualquier tipo
desoporte existente o de próxima invención, sin autorización previa y por escrito de los
titulares de los derechos del copyright.
Los personajes y las situaciones del libro son totalmente ficticias e imaginarias y no
intentan retratar a ninguna persona ni ningún hecho real.
ISBN: 978-84-937770-1-2
EAN: 9788493777012
Quaterni
Calle Mar Mediterráneo, 2
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Internet: www.quaterni.es

Editor: José L. Ramírez C.
Diseño colección y texto: Quaterni
Diseño de cubierta: Juliana Raigosa Montoya
Maquetación: Sinodal, S.L.
Impresión y encuadernación: Gráficas Deva, S.L.
Depósito Legal: MImpreso en España
15 14 13 12 11 10 (06)PRIMERA PARTE
I
Era un lunes de octubre y el frío de las primeras horas de la mañana
invadía la casa. Un cielo plomizo se aplastaba contra los cristales de las
ventanas. Sólo se oían las voces de los niños en la cocina. Chris se burlaba
de David, su hermano más pequeño, porque esa noche se había vuelto a
hacer pis en la cama.
Y otro día y otro día...
«En esta casa hay una rutina tan obsesiva como elpaso de los minutos,
que con su tictac señalan el curso del tiempo en la esfera del reloj del
dormitorio. Una rutina —pensó él— que gobierna a la gente que vive
aquí. Esta rutina sólo se interrumpe los sábados y los domingos, e incluso
entonces se ve reemplazada por otra rutina, tan disciplinada e inexorable
como la primera».
—Mejor será que te levantes, Eve —dijo.
Junto a él, con la cabeza bajo laalmohada y un brazo enredado en la
manta, Eve murmuró algo incoherentemente.
Él miró al reloj colocado en el aparador, su jefe de instrucción, el sargento
encargado de imponer el temprano despertar. Las siete de la mañana.
¡Qué ridícula hora de enfrentarse al mundo! A las siete y diez, el sargento
abandonaría sus deberes, pasándoselos al ordenanza de blanco rostro que
con el ceño fruncido mirabadesde la pared de la cocina. Se le podía ver


EVAN HUNTER

quaterni

desde el cuarto de baño. Mientras se afeitaba, asomaba la cabeza por la
puerta, y allí estaba, anunciando los minutos con su voz firme.
Tiempo.
Se desperezó. Era un hombre alto, fuerte, con cabello castaño y ojos
castaños oscuros, ojos que casi eran negros. Tenía altos pómulos, nariz recta
y una boca sensual que parecíadivertida aun cuando no lo fuera. Elevó al
techo unos brazos musculosos y abrió ampliamente las mandíbulas en un
bostezo de león. Después se desabotonó la chaqueta del pijama, se la quitó
y la tiró sobre la silla que había junto a la cama.
—Eve —dijo—, vamos.
—¿Es hora? —preguntó ella.
—Es hora —contestó él.
Tiempo.
En la cocina, dijo Chris:
—Eres un chico mayor, y no debieras hacerte pis en la cama.—No me hago pis en la cama —replicó David.
Con perfecta lógica de adulto, Chris continuó:
—Entonces ¿quién se lo hace?
—Un hada se hace pis en mi pantalón —respondió David.
Abandonando la lógica, Chris soltó una carcajada. David se unió a esa
risa. Juntos rieron hasta olvidar cuál era el motivo de su alegría, hasta que la
casa se llenó con los ecos de sus gozosas carcajadas.
—Vosotros, callaos...