Un fin de semana en el Monasterio de Silos

UN FIN DE SEMANA EN EL MONASTERIO DE SILOS

En la paz del convento
mientras canta la voz
se exalta mi pensamiento.
Las humanas pasiones
voy abandonando
por todos sus rincones.
Y al regresar al mundo
llevo de su ambiente
el recuerdo profundo.

Y vuelvo de Silos con el alma llena de toda la Verdad acumulada.

Meses antes hago la reserva en la hospedería, pues es tanta la demanda queuno se arriesga a quedarse sin plaza. Uno de los secretos es que más que un centro religioso, es un centro espiritual internacional, pues no solo acuden católicos, sino anglicanos, ortodoxos, protestantes, budistas,… no solo creyentes, sino agnósticos, ateos,… no solo gente normal, sino políticos, artistas, científicos,…

Silos carece de aquel privilegio simbólicamente atribuido a Roma, segúnel cual todos los caminos conducen a ella, en el caso de la abadía no es así. Quien de Silos quiere ser visitante o huésped, ha de tomar uno entre cinco, y no más, como no sea brincando por los montes. El que yo tomo es el que nace en la carretera de Madrid a Burgos (N-I, Autovía del Norte), rompiendo por Aranda de Duero (junto a la plaza de toros), pasa por Sinovas y Baños de Valdearados y tuerceen Caleruela hacia nuestro pueblo. Toda la zona está repleta de lugares maravillosos.

Me acerco a Silos y distingo la inconfundible silueta de su ciprés, que señala al cielo y al futuro. Y es que estoy en uno de los lugares más venerados y venerables de nuestra tierra. Un lugar de recogimiento y de fe, de armonías y silencios, de historia y de un arte del que se ha dicho que no tiene tiemponi paga tributos al espacio porque, como toda obra de espíritu, se ubica en la eternidad. Solo en algunos lugares privilegiados, como Silos, ese arte se hace tiempo y se hace espacio.

Mil años han transcurrido desde que Silos se situara en la estela de la historia a través de tres elementos esenciales como son la piedra, la armonía y la palabra. Los profundos significados que encierran esostres elementos han hecho que Silos constituya una parte esencial de ese patrimonio cultural de España que tanta importancia reviste para identificarnos como pueblo.

Silos, desde luego, representa muchas cosas pero, como español siento especialmente cercano su significado como expresión sublimada de un impresionante pasado y símbolo de lo que somos y, sobre todo, de lo que todavía podemos llegar aser. Un símbolo reflejado, una vez más, en la figura de ese ciprés que nos señala al cielo y al futuro.

Los benedictinos son de suyo estables y quedos en sus monasterios, los mueven los estudios, las conferencias, etc. Sin embargo, los hijos de San Benito han tomado en ocasiones memorables la decisión de mudarse de lugar con tal de ensayar formas de vida presuntamente más puras o más fielesal espíritu originario.

Los visitantes, cuando penetran en el zaguán de entrada habilitada para ellos, pueden ver un relieve prendido en el muro que representa a un monje entre pensativo y escribidor y conmemora el nacimiento de la lengua castellana. Porque Silos tiene que ver con el nacimiento de ese idioma que es, por antonomasia, el idioma español.

Silos tuvo también su escuela decopistas que tanto contribuyó, junto con la obra semejante de otros monasterios, a la propagación de la cultura, de modo que San Benito ha podido ser llamado, a causa de ella, entre otras cosas, padre y patrón de Europa. Sucesivamente, muchos fueron los monjes de Silos que brillaron en tareas literarias y artísticas. Hoy, sigue siendo un testimonio de cultura; siendo la biblioteca la que mantiene laguardia de la inquietud cultural.

Cada persona es irrepetible, pero los tipos humanos se repiten. Los mil años de Silos habrán sido testigos de semejante perpetuación de los talantes. El monje de Silos es con frecuencia sorprendente. El huésped tarda poco en averiguar que aquel fraile que limpia los retretes destinados a los visitantes, es un excelente organista; que aquel otro monje que se...