Un posible mal dentro de la comunicación familiar

A lo largo de este proceso de formación profesional, en el cual no me había detenido para observar todo lo que de una u otra forma hemos aprendido, ya sea en las aulas o fuera de ellas. Cuestionarme no solo el cómo he llegado hasta este punto, sino el impacto que nuestra historia, nuestra cultura y, especialmente, nuestra familia tiene sobre cada uno de nosotros. Por ello, entendiendo esta últimacomo un importante actor en nuestras vidas, pues como menciona Revilla (citado en Méndez, 2007) “el ámbito familiar continúa siendo la base socializadora de la sociedad” (p. 213), es que me ha llevado a preguntarme entonces, ¿cuál es el impacto que tendrá una comunicación de doble vínculo en los niños?.
Hoy podemos observar distintos tipos de familia, con distintas dinámicas entre susintegrantes, dinámicas en que la comunicación se vuelve clave para el desarrollo de ésta y así, pueda actuar como un sistema de apoyo (Herrera, 1997). Es así como la familia no se puede ver como una suma de individualidades, sino como un conjunto de interacciones (Herrera, 1997). Ante esto, me causa ruido lo que plantea Koestler (citado en Watzlawick, Beavin, y Jackson, 1985):
Las relaciones familiarespertenecen a un plano donde no rigen las normas corrientes del juicio y la conducta. Son un laberinto de tensiones, disputas y reconciliaciones, cuya lógica es autocontradictoria, cuya ética surge de una cómoda jungla, y cuyos valores y criterios están distorsionados como el espacio curvo de un universo cerrado (p.81).
Esto retoma lo que mencioné anteriormente, donde puede sonar cliché la frase deque todos somos distintos. Pero sin duda, da lugar a que nuestras familias también lo sean, al igual que su funcionamiento. La comunicación entre sus integrantes se plantea como un constante desafío, en especial hoy en día, donde muchas veces no deja espacio para la comunicación, una real comunicación con los integrantes de la familia; preocupados de las demandas que la sociedad entrega, a unritmo de vida agitado, sin pausas para compartir y, sobre todo; para discutir y pensar en el mensaje que queremos entregar entre los integrantes. Pues bien, podemos llegar a pensar que nuestras situaciones no son así, son casi perfectas que todo está en un correcto funcionamiento. Claramente, no nos damos cuenta de ello, ya que estamos insertos en esa estructura que parece ser correcta, donde muchasveces son los niños quienes reciben mensajes erróneos, mensajes contradictorios que no dan lugar a su cuestionamiento, presentándose una situación doble vincular, donde no son tan solo instrucciones contradictorias, sino verdaderas paradojas (Watzlawick et al. 1985) las cuales pueden afectar el desarrollo de la interacción familiar, en especial convertirse en situaciones complejas para quienesreciben los mensajes generalmente, los más pequeños del hogar. Es un escenario que para muchos puede ser insostenible, sin embargo, de una u otra forma todos hemos pasado por ello, lo que es muy distinto a que sea constante en el tiempo. Es así como lo plantean Watzlawick et al. (1985) donde señalan:
Es muy distinta la situación cuando el contacto con los dobles vínculos es duradero y se conviertegradualmente en una expectativa habitual. Esto, desde luego, se aplica en particular a la infancia, ya que todos los niños tienden a llegar a la conclusión de que lo que les sucede ocurre en todo el mundo: es la ley del universo, por así decirlo (p.198).
Lo anterior, me causa inquietud acerca de la construcción del mundo que realizan los niños, donde su primer ente socializador está dando lucesde que la sociedad donde se desenvuelvan será una verdadera paradoja, donde no podrán discutir sobre los mensajes recibidos.
Del mismo modo, supongamos un caso, qué pasaría en una familia donde un padre ante sus hijos se muestra en el discurso como un ser liberal, flexible, generoso; pero en el actuar no lo es. Es más, consideremos en esta situación que uno de sus hijos tiene otra tendencia...