Un Profesion Para Servir O El Servicio Como Profesion

Un minuto es muy poco pero tal vez suficiente para causar la diferencia en una sociedad empapada de materialismo. Un sacerdote, dicen, está para servir. Pero, ¿Si de repente nos damos cuenta que esta afirmación es una equivocación? Mejor es decir, el ser humano nace para servir. El padre Rafael García-Herreros fue un servidor por vocación, enseñando a otros a servir desde su profesión particular.¿Por qué se puede decir eso? Porque sus palabras y sus acciones fueron una permanente enseñanza y porque cualquier persona, sea cual sea su vocación o profesión puede y debe aprender y enseñar a servir.
Las ideas expresadas por el Padre Rafael García-Herreros, sacerdote Eudista y Fundador de la obra Minuto de Dios, retumban más que nunca en una sociedad que necesita profetas y pedagogos quehablen de verdad y con la verdad. Su discurso acerca del servicio, es en especial, bastante diciente entre nosotros. Y más que hacer resonar el eco de sus palabras, debe replicarse en el aquí y el ahora de nuestro siglo la praxeología, la palabra que se hace vida y dignifica al menos favorecido y al desplazado por la injusticia social.
Todos comprometidos en construir ciudad, una mezcla de polisgriega y ciudad de Dios. Una idea que necesita retumbar en los oídos y en el corazón de miles de personas, o millones, que entiendan que el desarrollo económico no es único camino para el bienestar y la felicidad. A las ideas les debe acompañar el buen juicio, la rectitud y la honradez.
El servicio implica honradez y la honradez es signo de auténtica educación, es parte de la formación para la vida.El servicio es generosidad, esa generosidad que el Padre Rafael García-Herreros demostraba en sus obras y con la gente. El decía que estaba para servir a la gente, en tiempo y en disponer y gestionar las cosas para mejorar en algo las condiciones de vida para una mayor dignidad de la persona y de su familia. Pero ser gestor y organizador de planes y proyectos que impliquen la sensibilidad social,hoy día son algo así como un pastel provocativo del que hay que sacar tajada – y la mejor, la más grande – si no se es honrado, fácilmente se desvía la buena intención y los fondos que a tal o cual misión sean destinados. Y los necesitados siguen estándolo y los oportunistas, deshonestos, siguen desangrando al país y las organizaciones que de una u otra manera se unen para aportar a una buenacausa. Por eso, servir implica la honradez.
El que quiera amar, que ame; el que quiera servir, que sirva. Este llamado del Padre García-Herreros, es si así puede decirse, una persuasiva imperativa; más allá de invitar y exhortar al servicio mancomunado, se espera que cada ser humano se sienta interpelado por el imperativo que se encuentra en lo más profundo de la conciencia: el mandamiento másimportante del que nos habla Jesús “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”. Se apela a la voluntad – bien formada – del hombre y la mujer que empatiza con el que carece de lo necesario para su dignificación y se ve impulsado a dar de su tiempo, de su saber y de su haber, para verse realizado viendo la felicidad en el rostro del otro.
Las grandes cosas que causan la diferenciaen la sociedad, no son precisamente las que se hacen excepcionalmente; son las pequeñas cosas que hacemos diariamente, saludar, tender la mano al hambriento; y ¿qué decir desde el ejercicio de una profesión como matemático, ingeniero químico, geólogo, maestro? El poder de las pequeñas cosas y las sencillas acciones que lleven consigo la generosidad, el respeto por el otro. Que maravillosaoportunidad para empezar a descubrir cómo servir desde una profesión particular. Pues el éxito no viene por la cantidad de dinero que me gane en la realización de una profesión, aunque es un medio para llegar a ella, no es el único ni el más importante, el éxito viene de la interdependencia humana y universal, esa conciencia de servicio constante e incondicional.
Pero sin ir tan lejos y reafirmando la...