Una Mas De Vaqueros
Para ellos, el más elemental acto de justicia hacia las víctimas, pasa a segundo término y se concentran en el ataque a través de lo sucedido, hacia suscontrincantes políticos para sacar ventaja. No se ve la determinación de tomar acciones para que no se repitan los actos atroces que hemos presenciado últimamente, de hecho, es posible que en el cortoplazo se repitan.
Parece que les cae del cielo (por el manejo que le dan) la última matanza, los últimos descabezados en alguna plaza del país gobernada por el partido contrario, la balacera cercanaa una reunión multitudinaria o las ya cotidianas notas rojas generadas por las bandas delincuenciales que llenan nuestros periódicos.
En la secuencia de eventos, se nota que por lo menos los gruposcriminales leen la necesidad de un determinado personaje o grupo de poder para golpear a otro y reaccionan, en consecuencia, como si se pagara un favor, se comprara una protección o como si serecibiera una señal.
Después de la balacera en el estadio de Torreón y la matanza en Monterrey, se perciben dos clases de ciudadanos: el que está a merced de una bala y el que está secuestrado por el miedoque le causa lo anterior y que reaccionará en las urnas a favor de quien tuvo la mayor capacidad de horrorizarlo y manejar los eventos en contra del adversario, tanto en los medios como en lascampañas electorales más cercanas.
Yo me pregunto: qué pasaría si los mexicanos nos diéramos cuenta que muchos de los casos que nos han causado terror, hayan sido ordenados desde las altas esferas del...
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