Una Resignificación Dialéctica Entre La Derecha Y La Izquierda Frente A La Figura De Perón

Una resignificación dialéctica de la izquierda frente a la derecha desde la figura de Perón

Soledad Avena

UNA RSIGNIFICACIÓN DIALÉCTICA DE LA IZQUIERDA FRENTE A LA DERECHA DESDE LA
FIGURA DE PERÓN

“…en todo caso, había un solo
túnel, oscuro y solitario, el mío”
Ernesto Sabato, El Túnel (2006)

Para entender la Argentina de los setenta es necesario dejar entrever un juego dialécticode continua

representación de las ideologías contrarias, la izquierda y la derecha, frente a una figura de gran carácter en
la acción de la política del Estado y su devenir histórico en este contexto.
La Argentina de los setenta es sin duda la Argentina del terror, de la guerrilla, y es que desde el
bombardeo de plaza de Mayo el 16 de junio de 1955, y sobre todo, desde ese momento en que el“peronismo”, una de las fuerzas más imperantes del marco político e ideológico de entonces fue reducida al
ámbito de la clandestinidad, se desató un juego de presiones cruzadas por el alcance del poder político. El
mismo juego al que Guillermo O’ Donnell denominó el “juego imposible” – los jugadores habilitados, por las
Fuerzas Armadas que detentaban el poder, debían para ganar, negociar conlos excluidos del juego bajo la
aprobación de ese líder exiliado, pero, demás está decir, que las promesas jamás serían cumplidas-. Y es
aquí, donde se denota esa fisura entre el ordenamiento jurídico y las demandas de los sectores masivos de
la sociedad civil, pues la vuelta del líder es proclamada con pintadas, bombas caseras o con barricadas de
ser necesario. Mas, ni el Estado BurocráticoAutoritario que conducía Onganía, aplacó estos mecanismos de
militancia política, y es que devino en un poder estatal cada vez más arcaico y autoritario que no supo
acallar las exigencias de las fuerzas sociales. El hervor civil estalló en marzo de 1969, y desde entonces como
piezas de dominó al caer, las formas de protestas aumentaron con figuras definidas. La Juventud Peronista –
cocinada enun caldero- de distintas ideologías, pero con un objetivo, más que definido, “la vuelta del líder”,
hacía su aparición de la mano de la guerrilla y el escenario era ese espacio público, las calles.
La respuesta no parecía otra que la de abrir el juego político. “ Perón es una realidad, nos guste o
no”, reconoció públicamente Lanusse. Si bien, este contaba con el apoyo de las fuerzas sindicalesperonistas,
no se conocía la opinión de Perón. Mas la derecha, que parecía en calma, e n octubre de 1971, se levantó
acusando al nuevo presidente de traidor, el levantamiento fue sofocado, pero la respuesta determinó un
nuevo rumbo a las condiciones de negociación.
La lucha interna se devino hacia el interior de los grupos que se autoproclamaban peronistas para
conquistar la venida del líder,“la toma del poder”. La lucha comenzó siendo discursiva- ideológica- pero se
transformó en confrontación armada. La dicotomía más significativa era la significación del “verdadero
peronismo” y el signo “Perón”.
Al volver a Madrid, Perón, nombró candidato presidencial del frente electivo a Héctor Cámpora,
conocido por su fidelidad al líder populista y por sus recientes y estrechos vínculos con lacombativa
juventud peronista. Y como era de esperar, esta decisión provocó resentimiento visible entre los líderes
sindicales y los políticos moderados del movimiento. Con este en el lugar de j efe de Estado, la crisis
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Soledad Avena

institucional se hizo evidente, las revueltas eranprogramas cotidianos, y es que fue la amplia aceptación de
la guerrilla entre la juventud peronista -de clase media-, lo que dio a la experiencia argentina su distintivo.
Para entonces, los dos grupos de guerrilleros más importantes eran el Ejército Revolucionario del Pueblo
(ERP), cuyas tendencias eran trotskistas, y los Montoneros, que eran peronistas. Mientras que la guerrilla
trotskista...