Una vida caóticamente hermosa

Desde pequeña, recuerdo siempre haber dicho que no quería casarme y que no quería tener hijos. En mi mente de niña, solo cabía la posibilidad de estudiar, trabajar y estar sola. Sí, estar sola. Además, no creía que algún hombre fuera a soportarme por mucho tiempo (gracias René). Pues digamos que, soy extraña, complicada y con un genio de tres pares de cojones.

A los 14 años, me “enamoré”, delque hoy, es padre de tres criaturitas súper extra mega hyper que corretean por mi casa. A los 17 años, recién salida de la escuela superior, quedé embarazada. Entré a la universidad embarazada como de 3 meses. Siempre pensé que iba a tener un miedo cabrón de quedar embarazada porque qué rayos iba a saber yo de criar muchachos. No fue así. Mi embarazo fue bueno, a excepción de la anemia severa queme obligo a visitar el médico a diario para que me inyectaran hierro, y del parto traumático porque el cabrón ginecólogo quería que pujara sin yo estar lista aún. Así nació mi machote bello que el día 2 de febrero cumple 12 años. Puñetaaaaaaa!!!! 12 años!!!! Él envejece, yo no, yo me quedo igualitita.

Mi primera barriga trajo consigo habladurías de vecinos presenta’os con cojones, etcétera,etcétera. Gente diciéndome “ay una nena con un bebé”, “ay, no va a poder estudiar”, “ay va a coger cupones”. ¿Y ahora? Mamen chorro de cabronesssssss!! (sorry, necesitaba desahogarme) La cosa es que, lo parí, lo crié y lo estoy criando. Y qué difícil es me cago en na’. El que no sea padre o madre, si se cree que lo difícil es cuando nacen, déjenme decirles que están bien equivocados. Mientras máspasa el tiempo, más crecen, más joden y más necesitan de uno. MÁS necesitan de uno.
Este chiquito mío, que me levanta los fines de semana jodiendo pidiendo revoltillo, que me saca canas verdes porque ahora, mientras escribo ésto, está pega’o jugando PS3 desde que se levantó y no lo quiere apagar… este chiquito fue el que me dio los cojones que necesitaba para criar. Es mi atleta, mi chicointeligente que desde Kinder, solo ha sacado aes. Este chico es mi amigo, es mi amigo y mi hijo. El que me apoya en mis locuras, el que me guarda mis secretos y el que me cela más que su padre. Y lo tuve a los 17 años, sin manual de instrucciones, sin experiencia, sin planificar, pero más que deseado. Deseado porque la gente confunde los términos “no planificado” con “no deseado”.

Desde que nació mehe jodido por él. Cambié jangueos al Ocho de Blanco por irme a casa a jugar con mi chiquito. Cambié las cervezas que pude haber comprado con el sobrante de la beca Pell por pañales, juguetes y ropa de bebé. Viajé durante todo mi bachillerato en transportación pública, a las 5 de la mañana, de Gurabo a Caguas, y de Caguas a Río Piedras. Por él, por él y por los demás que llegarían después sinsaberlo aún. Y saben qué? No me arrepiento. No me arrepiento. No me arrepiento porque mientras más niños son abusados, maltratados, mutilados, violados, raptados, asesinados; yo puedo dar gracias por mis hijos y porque tengo el corazón que se necesita para ser madre. Solo éso se necesita, un corazón. Bueno, éso y paciencia con cojones.

Tengo una chiquita, que se cree adolescente y solo tiene 7años. Es una canita terrible, bicha con cojones (como su madre), guillúa y cojonúa, pero brillante y come cerebro. Mi pequeño milagro. Mi milagro porque para el que no lo sabe, ella está aquí gracias a un milagro y gracias a mi ginecólogo. Pasé tres cuartas partes de mi embarazo hospitalizada, pasé sustos y operaciones, para mantenerla ahí (el que quiera saber esta historia lea mi nota: Una paleta decolores). ¿Y saben qué? Ella tampoco vino con manual de instrucciones, y aunque yo tenía experiencia ya, en el caso de ser padres y madres, la experiencia previa no cuenta. Porque cada vida que traes al mundo es una experiencia nueva y diferente.
Y luego viene la chiquitina. La habladora, presentá, de mal carácter, inteligentísima, desorganizada pero súper dulce. Con esta chiquita cerré la...