Varios

Reflexiones de una noche en una tasca

Es extraño que alguien que detesta el ruido exagerado, no bebe, casi no baila o sea no rumbea, termine trabajando en un local nocturno.
Eso me pasa a mí……..Y es que cuando veo a mi alrededor, mi lugar de trabajo, me siento como una extraterrestre, veo a la gente bebiendo, bailando, y buscando en el roce de otro cuerpo un poco de calor y acaso el vigorperdido o tal vez olvidado.
Mujeres arrechísimas, que han criado hijas, nueras y hasta nietos, y en el destello nocturno de los fluorescentes, lucen los trapos que menos la favorecen, pero que suespejo les dijo que estaban de pinga, que se ven sexys, y que tal vez esta si sea la noche en que aparezca el tipo que les cambie la vida, las saque de este hueco y las salve de la rutina que cada día lesasfixia mas el alma, les estrangula los sueños, y les sabe cada vez más a mierda.
Risas, sudor, locura colectiva, sexo, miradas, roces, mujeres y hombres, tratando de ser lo que no son, perdiendo elencanto con el primer rayo de sol, y en medio de ese pandemónium…
Estoy yo…
Yo que soy más bien normalita, y que disfruto mas una buena película o una noche espectacular de sexo con mi pareja, queuna curda, una maraqueada, y el aliento etílico de cualquier borracho que me invite una cerveza, y que con cualquier excusa, me ponga la mano en la rodilla.
Lo que pasa es que estoy aquí, porque seme ocurrió la bella idea de ser cantante, y no cantante de ópera o de coral, no, tenía que ser de música popular, y mi trabajo es en tascas, y llena de borrachos pa mas vaina.
Pero me gusta cantar, meapasiona la música, y a estas alturas puedo cantarle a cualquiera, cierro los ojos y me imagino que estoy en el teatro más impactante, con publico que me lanza rosas en lugar de servilletas sudadascon teléfonos borroneados, afuera me espera una limosina con chofer, en vez del pequeño alamóvil, y me voy a mi quinta en el hatillo, en vez del balcón en la casa de mi mama.
Y qué carajo…de algo...