verdadera historia de las monster hich

Pequeñas gotas rojas caían, dejando un reguero.cada ataque de tos que que le quebrantaba el pecho reverberaba por todo su cuerpo...manaba mas sangre...subían una escalera...Ahora el ambiente era mascálido.La luz plateada de la luna había desaparecido.cálidos destellos anaranjados guiaban el camino.la colocaron sobre una cama.Olia a monedas y a piel salada.las sabanas, en otro tiempo suaves, contacto de raso, estaban empapadas de sudor.Su madre gemía junto a ella, pedía ver a Laura...''Aqui estoy mama'', deseaba decir, pero le costaba demasiado articular palabra.El señor D insistía en queLaura estaba allí...el agotamiento le calaba hasta los huesos...Escucho el ultimo aliento de su madre.En silencio, le pedía que no se marchara...El Señor D entrava a toda prisa en laestancia...Pronunciaba el nombre de su madre...''Alina...Alina....Alina...''.Tiraba de ella hacia si, como si fuera mas que una ama de llaves.Como si fuera menos que un miembro de la realeza rumana.Un medico anuncio queera demasiado tarde...
Los hombros del Señor D temblaban...Decía que lamentaba no haber podido salvarla, lamentaba que la nieve la hubiera separado de ella...El medico decía que a la niña no lequedaba mucho tiempo...El Señor D se inclino sobre ella...Le apartaba a un lado el cabello, empapado de sudor.Un insoportable punzada en el cuello...Una presión paralizante...Oscuridad...Y, luego, unnuevo día.Su fortaleza había regresado.Su madre se había ido.Y, por alguna razón solo pensaba en clavar sus dientes, con una forma extraña, un pedazo de carne cruda.
Sacado del libro 'Mas muertos queNunca', escrito por Artis.
Se ruega no plagiar.

La verdadera historia de Draculaura.
Pequeñas gotas rojas caían, dejando un reguero.cada ataque de tos que que lequebrantaba el pecho reverberaba por todo su cuerpo...manaba mas sangre...subían una escalera...Ahora el ambiente era mas cálido.La luz plateada de la luna había desaparecido.cálidos destellos anaranjados...