violencia ne colombia

El CLIENTELISMO Y EL DISCURSO IRRESPONSABLE EN LA GENERACIÓN DE LA VIOLENCIA






Por: Carlos Alberto Durán Sánchez



A finales de Noviembre de 2006, en una entrevista realizada por el diario El Tiempo, el candidato autoproclamado de la “Izquierda democrática” en Colombia, y quien había perdido las elecciones ese mismo año con el Presidente Uribe, Carlos Gaviria Díaz; se refirióal alcalde de Bogotá, Luís Eduardo Garzón, militante del mismo partido, y a Angelino Garzón, igualmente representante del Polo Democrático en la gobernación del Valle, con un reclamo sobre si se sentían miembros del partido o no. La respuesta sobrevino desafiante, especialmente de “Lucho” Garzón, quien se considera el “padre” de dicho partido político y que advertía sobre la transmutación del PoloDemocrático en un partido sectario y agresivo.[1] Sin embargo, y por algunas declaraciones posteriores de otros militantes en donde se quejaban de la alta participación de empleados públicos de otros partidos en la administración de la ciudadanía Bogotana, se puso de relieve la dificultad por la cual se originó la fricción.

El Alcalde de Bogotá se rodeó de un gabinete de servidores públicosprovenientes de diferentes partidos políticos, muchos de ellos Uribistas y otros como consecuencia de la competencia por cargos instaurada por concurso público. Mal o bien, el director de la capital del país, logró desligar muchos de los trabajadores de la clientela política. No obstante, la crítica provino de los miembros del mismo Polo Democrático quienes le demandaban no olvidar que su eleccióncomo parte de un partido y a nombre de el, debería otorgar una mayor participación de funcionarios de esta colectividad en puestos claves. Caso parecido le ha sucedido al Gobernador Angelino Garzón. La crítica que recibe a su administración por parte de su propio partido provienen del mismo origen: Los puestos. El trabajo. La Chamba.

Pensar el servicio público desde el punto de vista de “quiengana es el que goza” ha provocado en Colombia las más funestas consecuencias dentro de un remolino que no parece dejar de girar, ni siquiera por parte de las llamadas terceras fuerzas “alternativas” que, en este sentido, parecen convocar votantes para tener la oportunidad de incluirse dentro de los puestos públicos con un carácter, igualmente, excluyente. Muchos estudios sobre la violenciacolombiana mencionan como causa fundamental la “exclusión” del partido vencido en la “repartición” del gobierno. Y creo, que no se equivocan. La generación de un sentimiento de menosprecio por parte de otro grupo, es el motor que empuja la venganza cuando la ocasión brinde nuevamente la oportunidad del “disfrute” del poder. Esta es, desde mi punto de vista, y en una época pasada no muy lejana, causaprimigenia y prevaleciente sobre otras, de la Violencia desatada en los años 50, e igualmente aunada a muchas “violencias” anteriores. Lamentablemente los esfuerzos encaminados hacia calmar los ánimos nunca fueron enderezados hacia un profesionalización burocrática sino hacia una repartición del poder y la administración del Estado. El clientelismo, adicionado con discursos cerrados y sectarios deencendidos dirigentes; y a un creciente deseo de Venganza, junto con las prácticas electorales fraudulentas, fueron el cóctel detonante principal de la violencia en la mitad del siglo XX en Colombia.

El clientelismo.

Las interpretaciones Marxistas de la violencia dirigidas después de 1965, tararon de explicar el fenómeno como una revolución social frustrada pero no alcanzaron a probar laexistencia de correlaciones entre las privaciones económicas y frustraciones y la violencia, particularmente en las zonas donde esta se desarrolló. La solidaridad de clase que “supuestamente” se había generado entre los campesinos que regresaron posteriormente al sistema de propiedad privada recuperado por terratenientes que habían abandonado sus tierras durante la crisis y el clientelismo volvió a...