Vivir para contarla

VIVIR PARA CONTARLA
I
Todo comienza en febrero de 1950 cuando Luisa Santiaga, madre de Gabo, llega a Barranquilla y se dirige a la librería Mundo, para pedirle que la acompañe al pueblo a vender la casa, abordan una destartalada lancha rumbo a Ciénaga y de ahí el tren para llegar Aracataca. En el trayecto Luisa trata de disuadir a su hijo para que regrese a terminar sus estudios a laUniversidad, de la cual desertó hace un año y ahora se dedica a escribir artículos en el diario El Heraldo, -Tu papá está muy triste porque abandonaste los estudios. –No los dejé- sólo cambie de carrera -dijo. Sabía que su madre no olvidaría este tema. Durante el viaje, recordó que ya había navegado por esos lares en compañía de su abuelo el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía siendo un niño. Cuandollegaron al pueblo, bajaron del tren y no vieron a ninguna persona, el lugar estaba desolado y hacía un calor intenso; y pensar que allí hubo en un tiempo gran prosperidad, cuando la compañía bananera United Fruit Company se instaló en el pueblo, para desaparecer más tarde por una huelga bananera que según cuenta la leyenda, terminó en la masacre de trabajadores, por militares pagados por los dueñosgringos. Caminan hacía la casa para hablar con los inquilinos, quienes también serán los compradores; va reconociendo cada uno de los escenarios del pueblo que le recuerdan su niñez, antes de llegar a la casa dan un rodeo para dirigirse a la farmacia y pasar a saludar a Adriana Berdugo, esposa del Doctor del pueblo y amiga de su mamá, comen con ellos y la comida le despierta la memoria con esossabores que habían sido de él en la niñez. Al llegar a la casa, Luisa no llega a un buen acuerdo para la venta y les dice a los inquilinos que la casa no se vende, mientras esto sucede, Gabo recuerda esa casa cuando él vivió allí, recrea en su mente cada una de las habitaciones, sus detalles y los acontecimientos vividos. En este capítulo narra las vicisitudes del noviazgo de su mamá y su padreGabriel Eligio, los intentos desesperados de sus abuelos para alejar a Luisa de ese hombre que llegó al pueblo como telegrafista, los cómplices que los ayudaron para sus encuentros furtivos, entre ellos el Monseñor Pedro Espejo, quien convenció a los abuelos para que aceptaran la boda de sus padres, su luna de miel en la oficina de telegrafía de Rio Hacha, donde su padre tomó posesión de su nuevoempleo y el nacimiento del primero de once hijos que tendrían: Gabriel José de la Concordia.

II
Sigue recordando su infancia en esa casa y la importancia que tuvieron las mujeres de la familia y las de la servidumbre para influir en su modo de ser y de pensar y que siempre se ha sentido más cómodo y seguro entre ellas que entre hombres. La visita siempre ruidosa de los hijos fuera dematrimonio de su abuelo que siempre se presentaban un mes después de su cumpleaños para felicitarlo y el impacto que le causó que todos ellos llevaban una cruz de ceniza pintada en la frente, habrían de pasar muchos años para relacionarlo con la liturgia de semana santa. La admiración del primer escritor que conoció en su vida, José del Carmen Uribe Vergel, pretendiente de su tía Sara Emilia Márquez decuyos amoríos, él fue testigo y cómplice, cuando lo conoció de inmediato quiso ser igual a él. Su tía Francisca Simodosea “la tía mama” murió virgen a los 79 años quien cantaba las verdades en la cara de quien se las merecía, fue depositaria de las llaves del cementerio, llevaba control de las partidas de defunción y además hacía las hostias en casa, fue la única persona de la familia que no tuvo unapena de amor contrariado. Cuando él fue monaguillo del padre Angarica, lo despidieron, porque no podía entender en qué momento debía tocar la campana, además de comerse junto con el sacristán las hostias sobrantes con un vaso de vino, estas anécdotas entre muchas otras que recuerda en este viaje, marcarían la senda de su futuro como escritor, al regreso se despide su mamá con un beso y ella le...