Voluntad Subjetiva Y Bien: Tránsito De La Moralidad A La Eticidad

VOLUNTAD SUBJETIVA Y BIEN: TRÁNSITO DE LA MORALIDAD A LA ETICIDAD
“Para la voluntad subjetiva el bien es también lo esencial, y ella sólo tiene valor y dignidad si su posición y sus intenciones concuerdan con él. Pero puesto que el bien es aún esta idea abstracta del bien, la voluntad subjetiva no ha sido todavía integrada y puesta en concordancia con él. Está por lo tanto en una relación conel bien, en el que éste debe ser para la voluntad lo sustancial que ella debe tener como fin y llevar a cabo, mientras que el bien tendrá por su parte su mediación sólo en la voluntad subjetiva, por medio de la cual entra en la realidad” .[1]
 
 El fragmento a comentar corresponde al parágrafo ciento treinta y uno incluido en la segunda parte titulada: La moralidad, perteneciente a laobra hegeliana: Principios de la filosofía del derecho, publicada en 1821. Siendo más precisa, nos ubicamos en el tercer subapartado donde el filósofo habla del bien y la conciencia moral, poniendo a su vez de manifiesto la necesidad de producirse el paso de la moralidad (momento subjetivo, interno, particular) a la eticidad (momento en el que se unen de nuevo la unidad y la universalidad del primermomento, el derecho abstracto, pero esta vez enriquecido por el tránsito de su negación).
Antes de penetrar en el análisis del parágrafo, mencionaré muy brevemente la división que sigue la obra de Hegel con el fin de contextualizar mejor el fragmento y zambullirnos plenamente en la problemática que nos presenta.
 
Siguiendo lo dicho por el historiador alemán de la filosofía Ilting,[2]la Filosofía del Derecho de Hegel se puede estructurar, principalmente, en dos instantes: en primer lugar, los instantes de pura abstracción caracterizados por el Derecho abstracto y la Moralidad de corte individualista (identificados con la primera  y segunda parte de la obra hegeliana) y, en segundo lugar, la Eticidad (tercera y última parte de la división realizada por Hegel para reflexionaracerca del núcleo de la obra: el concepto de derecho entendido como libertad plasmada en el mundo objetivo). En esta última parte de la obra es donde la eticidad encuentra su momento. Cito textualmente a Hegel: “la unidad y verdad de estos dos momentos abstractos; la idea pensada del bien, realizada en la voluntad reflejada en sí misma y en el mundo exterior, de manera tal que la libertad, en cuantosustancia, existe como realidad y necesidad y al mismo tiempo como voluntad subjetiva; la idea en su existencia universal en y por sí; la eticidad”.[3] Como se puede observar si nos detenemos  en este breve pero denso párrafo, el filósofo ha introducido las ideas centrales que a modo de instrumentos conceptuales utilizaré poco a poco aquí para intentar explicar este tránsito de lo abstracto a loconcreto, de lo ideal a lo realmente efectivo, y el papel que juega el bien y la conciencia moral en esta dialéctica de opuestos.
 Dicho esto, pasaré a señalar algunos aspectos formales que me han parecido más relevantes para comprender, en su conjunto, el contenido del parágrafo citado al inicio.
En la primera oración, desde “Para (…) hasta (…) concuerdan con él”, aparece una oracióncompuesta coordinada copulativa en la que el nexo de unión está representado por la cópula , que se encarga de unir ambas proposiciones.
La primera proposición “Para la voluntad subjetiva el bien es también lo esencial”, es una oración simple introducida por un sintagma preposicional “para la voluntad subjetiva”, donde el funciona de enlace entre el bien y la voluntad subjetiva. Aquí actúa comosujeto de la oración, apareciendo sustantivado por la partícula . Podría entenderse como ya que nos hallamos en el plano de lo abstracto, como aclara más adelante Hegel. El predicado de la oración sería “es también lo esencial para la voluntad subjetiva”, donde el verbo copulativo enlaza con , otorgándole el calificativo de primordial o absoluto[4]. Decir que hay un sintagma preposicional...