Víctimas Del Goce En El Siglo Xxi - Roberto Bertholet
Jacques-Alain Miller ha sostenido que toda civilización es un sistema de distribución degoce. Y ha caracterizado como de “desamparo capitalista”, hilflosigkeit, sostenido en la rentabilidad, al régimen actual de la civilización.
Jacques Lacan sostuvo en “Radiofonía”: “La plusvalía es la causa del deseo, del cual la economía hace su principio: el de la producción extensiva, por consiguiente insaciable, de la falta en gozar. Por una parte, se acumula para acrecentar los medios de estaproducción a título de capital. Por otra, se extiende el consumo, sin el cual esta producción sería vana”.
La ética del capitalismo en la actualidad, la podríamos formular de este modo: “vivir y trabajar para consumir”, cuando en tiempos de la modernidad, el dilema era “trabajar para vivir o vivir para trabajar”.
Es la acción efectiva del imperativo superyoico “goza!!”, imponiendorápidamente un “para todos”. Así, la ética del consumismo no deja lugar a lo singular.
Zigmunt Bauman (“La globalización, consecuencias humanas”) acentúa la dimensión del consumidor: “la satisfacción del consumidor debe ser instantánea, en un doble sentido. El bien consumido debe causar una satisfacción instantánea pero la satisfacción debe terminar enseguida. Para lograrlo, conviene que los consumidoresno puedan fijar su atención ni concentrar su deseo en un objeto durante mucho tiempo, lograr que sean impacientes, impulsivos, inquietos, que su interés se despierte fácilmente y se pierda con la misma facilidad”.
Para caracterizar a la época, Jacques Lacan inventó el discurso capitalista. Pero resulta difícil creer que se trata de un verdadero discurso porque -forcluyendo la castración- poneen relación directa al sujeto dividido y al objeto a, renegando de lo imposible.
Cuando el discurso capitalista domina la escena, hay una doble consecuencia:
- pérdida de las funciones del significante amo, contemporáneo al hecho de que el Nombre del Padre cada vez falta más en lo social (Jacques-Alain Miller, Curso “Piezas sueltas”), insuficiente para brindar algún sentido a la vida y pararegular lo concerniente al goce; cuando el Otro se descubre sólo como semblante, en el horizonte aparece la angustia.
- dominio del objeto, que seduce prometiendo una satisfacción sin pérdida alguna; todo se fetichiza, todo es mercancía que se puede llegar a obtener. “Vivimos en una época en que el resto toma consistencia. Estamos en la época del objeto a”, afirmación de Jacques-Alain Miller enBrasil, en 1989, quince años antes que la desarrollara en el Congreso de Comandatuba, en el 2004.
Estas dos transformaciones, efecto del discurso capitalista, dan por resultado que no haya nada que sea una barrera ni que algo aparezca como prohibido. El capitalismo desconoce lo imposible, aquella diferencia entre el recorrido de la pulsión, su “drang” y el objeto de satisfacción.
Así, en...
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