Weert

y XX, se asiste a un vasto proceso de mercantilización del trabajo cuyas bases
proceden de lo explicado anteriormente. El trabajo pasa a ser una prestación
mensurable, intercambiable; la fuerzade trabajo se convierte en la
mercancía central de lo que algunos han llamado la «Sociedad del
Trabajo». Una «sociedad» en la que impera la racionalidad del beneficio
económico aplicada a laesfera de la producción material de la existencia. La muy
conocida Revolución Industrial, que emerge a finales del XVIII, se mueve guiada por
todos estos principios y tras ellos se mueven losintereses de la burguesía como
grupo social. Es esta clase social la que dinamiza este proceso y construye un sistema
social a la medida de sus intereses. En el campo de la organización del trabajo, lallegada de esta concepción se presentó, desde la burguesía, como el fin de los
privilegios del antiguo régimen. Los seres humanos quedaban, así, liberados de las
cadenas del feudalismo. De hecho,se ha presentado a esta manera de organizar el
trabajo como el modelo de “trabajo libre”, que venía a acabar con los anteriores
modelos del trabajo de servidumbre feudal o el trabajo esclavista.Sin embargo, no
hay que olvidar que este proyecto burgués de trabajo libre asalariado no está
definido pensando en los intereses del género humano, sino en los intereses
económicos de laburguesía como clase hegemónica del momento. Por tanto, el
“trabajo libre”, entendido como una mercancía que se compra y se vende, traerá
nuevas cadenas forjadas por estos intereses. En sucesivos temas deeste libro se irán
especificando. A continuación, partimos de la definición de trabajo asalariado tal y
como es concebido por la burguesía del momento y que se extiende hasta nuestros
días, yaque aún hoy vivimos en un momento histórico en el que tiene plena
funcionalidad dicha definición de trabajo asalariado.

La idea central de la definición burguesa de trabajo consiste en...