Xangos

Páginas: 10 (2397 palabras) Publicado: 25 de abril de 2012
Vida Segunda de San Francisco: Capítulo VIII: La vergüenza vencida y la profecía de las vírgenes pobres
Publicado por Redacción
0Compártelo
|
Capítulo VIII: La vergüenza vencida y la profecía de las vírgenes pobres

13. Se esfuerza de aquí en adelante por convertir en austera su anterior condición delicada y por reducir a la bondad natural su cuerpo, hecho ya a la molicie.

Andaba undía el hombre de Dios por Asís mendigando aceite para alimentar las lámparas de la iglesia de San Damián, que reparaba por entonces. Y como viese que un nutrido grupo de hombres se entretenía jugando a la puerta de la casa donde pensaba entrar, rojo de vergüenza, hace para atrás. Pero, vuelta luego su noble alma al cielo, se reprocha la cobardía y se juzga severamente. Vuelve en seguida sobre suspasos, y, confesando ante todos con franqueza la causa de su vergüenza, como ebrio de espíritu, pide, expresándose en lengua francesa, la provisión de aceite, y la obtiene.

En un transporte de fervor, alienta a todos a favorecer la obra de la iglesia, y en presencia de todos profetiza, hablando en francés con voz clara, que llegará a haber en ella un monasterio de santas vírgenes de Cristo. Yes que siempre que le penetraban los ardores del Espíritu Santo, comunicaba, expresándose en francés, las ardientes palabras que le bullían dentro, conociendo de antemano que en aquella nación singularmente le habían de tributar honor y culto especial.

Capítulo VII: La persecución del padre y del hermano

12. Pero el padre según la carne persigue al que se entrega a obras de piedad, y,juzgando locura el servicio de Cristo, lo lacera donde quiera con maldiciones. Entonces, el siervo de Dios llama a un hombre plebeyo y simple por demás, y, tomándolo por padre, le ruega que, cuando el padre lo acose con maldiciones, él, por el contrario, lo bendiga. Evidentemente, lleva a la práctica el dicho del profeta y declara con hechos lo que dice éste de palabra: Maldicen ellos, pero túbendecirás (Sal 108,28).

Por consejo del obispo de la ciudad, que era piadoso de veras, devuelve al padre el dinero que el hombre de Dios habría querido invertir en la obra de la iglesia mencionada, pues no era justo gastar en usos sagrados nada mal adquirido. Y, oyéndolo muchos de los que se habían reunido, dijo: «Desde ahora diré con libertad: Padre nuestro, que estás en los cielos (9), y no padrePedro Bernardone, a quien no sólo devuelvo este dinero, sino que dejo también todos los vestidos. Y me iré desnudo al Señor». ¡Animo noble el de este hombre, a quien ya sólo Cristo basta! Se vio entonces que el varón de Dios llevaba puesto un cilicio bajo los vestidos, apreciando más la realidad de las virtudes que su apariencia.

Un hermano carnal, a imitación de su padre, lo molesta con palabrasenvenenadas. Una mañana de invierno en que ve a Francisco en oración, mal cubierto de viles vestidos, temblando de frío, el muy perverso dice a un vecino: «Di a Francisco que te venda un sueldo de sudor». Oyéndolo el hombre de Dios, regocijado en extremo, respondió sonriente: «Por cierto que lo venderé a muy buen precio a mi Señor». Nada más acertado, porque recibió no sólo cien veces más, sinotambién mil veces más en este mundo y heredó en el venidero, para sí y para muchos, la vida eterna.

Capítulo VI: La imagen del crucifijo que le habló y el honor en que la tuvo

10. Ya cambiado perfectamente en su corazón, a punto de cambiar también en su cuerpo, anda un día cerca de la iglesia de San Damián, que estaba casi derruida y abandonada de todos. Entra en ella, guiándole el Espíritu, aorar, se postra suplicante y devoto ante el crucifijo (8), y, visitado con toques no acostumbrados en el alma, se reconoce luego distinto de cuando había entrado. Y en este trance, la imagen de Cristo crucificado -cosa nunca oída-, desplegando los labios, habla desde el cuadro a Francisco. Llamándolo por su nombre: «Francisco -le dice-, vete, repara mi casa, que, como ves, se viene del todo al...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Xango
  • Xango
  • Manual Xango
  • Xango
  • Xango
  • Xango
  • Xango
  • Xango un priducto unico y exclusivo

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS