Yo Solo, No Puedo

Fuera de resúmenes o informes del instituto, hace tiempo que no me sentía con la necesidad de sentarme a la máquina para escribir lo que se me viniera a la mente. Y no porque haya estado muy bien o demasiado mal, simplemente no pasaba nada que valiera la pena poner en letras para compartirlo con otros.Y bueno, las cosas que pasaron en esta tarde noche de domingo no son para nada extraordinarias(a simple vista, claro). Justo ahí está el detalle, en como en aquello tan simple, tan sencillo se filtra Dios y transforma una simple salida entre amigos en la más gratificante y enriquecedora experiencia vivida en los últimos meses.Comencemos por el principio. Estaba en mi casa, tranquilo, sin nada que hacer en un domingo más que se iba consumiendo entre el dormir hasta tarde, almorzar con lafamilia y ver ESPN. No se porque se me vino a la mente llamar a Susan y Kelly, hermanas ellas y buenas amigas ya de muchos años, pero con las que no tengo mucho contacto gracias a las una y mil excusas de las que una vida agitada siempre te abastece. Creo que fue por este reproche de la conciencia que cogí el teléfono y les marqué. Contestó Kelly, diciéndome que Su aún no llegaba, pero que ni bienllegara me avisarían para hacer algo por ahí. Y bueno, al cabo de 2 horas Su me llama al celular y me dice que también iba a ir Rocío, que nos encontramos en su casa a las 6 y media para ir a Misa y ya después vemos que hacemos por ahí. La segunda parte del plan me pareció más atractiva que la primera, pero no podía negarme, al menos no directamente, por lo que intenté crear una excusa para darlesel alcance después, justo para la parte del ya después vemos que hacemos.No es que no me guste la Misa, no es que no crea en Dios… venga, los que me conocen saben que soy bastante cuadrado con lo que respecta a mi fe católica, y es justo ahí donde radica el motivo del cuestionamiento. Dicen que no basta con sentir o saber, si no que hay que estar convencido, y yo creo estar convencido, sobre todopor como reacciono cuando tengo que defender mi fe: no es que me convierta en un cruzado o un inquisidor de la edad media, pero defiendo lo que creo y lo hago con pasión. El asunto está cuando tengo que vivirlo. Hace un tiempo decidí apartar a Dios de mi vida, por motivos personales por decirlo de alguna manera; es decir, como que le dije a ver si me dejas un poco en paz ¿no? Esto por ciertascosillas que pasaron y con las que no estuve muy de acuerdo y quien estaba ahí para echarle el pato era Dios, así que deje de ir a Misa, de confesarme, y por ende de comulgar. Cualquiera dirá oye, pero eso… bueno yo tampoco lo hago y no es gran cosa, pero si eres un católico convencido, es que has entendido la necesidad de la Misa, la Eucaristía y la confesión, porque te aseguro que no existe elcristiano a la medida propia, o sea, o eres o no eres, por ejemplo si estás en el grupo de los que dicen yo me confieso directo con Dios y no necesito un cura, pucha, fíjate bien, porque a pesar de no vivirlos o recibirlos, creo firmemente en la necesidad, validez y naturaleza de los sacramentos… ¿ves por qué decía que soy cuadrado? En fin, asi soy cuando es cuestión de defender, de sacar cara, lo hago,pero cuando me toca actuar en consecuencia, no se, hay un corto circuito, una desconexión. Y con el pasar del tiempo me he ido haciendo más permisivo con respecto a las cosas que hago y que se que están mal pero que aún así las hago, porque ya le dije a Diosito que Él allá y yo acá, cada uno en lo suyo y todos felices y contentos, porque al final de cuentas, como las cosas no estaban saliendobien con Dios al lado (al menos yo no las veía bien) ya no creí que pudieran salir peor, así que de ahí para adelante lo bueno o lo malo que sucediera corría de mi cuenta.Pero volvamos a la tarde de domingo. Esta siguió avanzando, la hora de reunirnos para ir a Misa llegaba y yo sin excusa para llegar tarde, hasta que apareció una luz: llegó una compañera a casa con la necesidad de estudiar un...