yucas

Uno de los pocos semáforos inteligentes de Pueblo Libre está ubicado en Sucre con la Marina, hogar de los micros que toman rumbo hacia la Javier Prado y aldeanos. En este cruce, se encuentra eltípico puesto de yuquitas que nunca puede faltar en un paradero concurrido. Este puesto por lo general tiene buen público. Cada 5 minutos una persona está pasando a comprar una o más bolsas de yuquitas,que tiene el valor de un nuevo sol, precio razonable para su buen sabor. Detrás del puesto de yuquitas se encuentra una señora de uniforme verde con sus manos jugando en una masa de harina parafinalmente tirarlo en una olla llena de aceite y que den luz a las famosas yuquitas de La Marina con Sucre.
Esta señora de uniforme verde es la vendedora y cocinera de las yuquitas, su nombre es Inensa.Inensa, es una señora contenta muy amable y de buen trato en lo que a yuquitas refiere. Ella viene de la ciudad de Arequipa, vive en Lima desde hace un año, debido a que su esposo recibió una ofertalaboral para trabajar en Lima. Vive con su esposo y sus tres hijos en el Rímac, bastante lejos de su trabajo en Pueblo Libre.
Inensa se levanta a las 5 de la mañana para poder llegar puntual a su puestode yuquitas y no decepcionar a sus fieles compradores. El horario de trabajo de Inensa es de siete de la mañana a diez de la noche por treinta soles diarios, bastante más tiempo que las famosas ochohoras diarias que se conocían en Lima. El trabajo es injusto hasta frente a los ojos de un ciego. Sin embargo, Inensa necesita trabajar para sacar adelante a sus tres hijos y es por eso que resiste lasagotadoras horas de trabajo frente a este sol que el verano ha ido pintando de Lima la gris a la roja.
Dos de los tres hijos de Inensa son mayores y una aún estudia en un colegio ubicado en elRímac. Las yuquitas y el trabajo de mecánico de su esposo se ocupan de cubrir estos gastos. La relación con sus hijos va bastante bien, aunque a veces extrañen la ciudad de Arequipa. Esto no quiere...