A propósito del Bicentenario

NUESTROS PADRES FUNDADORES
A propósito del Bicentenario
“Viéndose, pues, tan falto de dineros, y aun no con muchos amigos, se acogió al remedio a que otros muchos perdidos en aquella ciudad seacogen, que es el pasarse a las Indias, refugio y amparo de los desesperados de España, iglesia de los alzados, salvoconduto de los homicidas, pala y cubierta de los jugadores (a quien llaman ciertos losperitos en el arte), añagaza general de mujeres libres, engaño común de muchos y remedio particular de pocos.”
Por un lado tenemos a Nuestro Padres Fundadores de origen español quienes fueron, comobien nos lo recuerda Miguel de Cervantes Saavedra en su Novela Ejemplar “El Celoso Extremeño”, unos oportunistas con poca o nula preparación y con el casi único valor de no quedarse sentados en Españaa llorar su suerte.
Por otro lado están nuestros Padres Fundadores de origen indígena quienes, contrario a lo que piensa el promedio de los mexicanos actuales y pasados, no fueron principalmentelos aztecas. El imperio fue destruido y los aztecas casi exterminados (el número de supervivientes al sitio y caída de Tenochtitlán se calcula entre 5,000 y 20,000) y prácticamente liquidadas tanto supersonalidad como su sangre durante el virreinato.
Nuestra herencia indígena la forman: Otomíes, Huastecos, Matlazingas, Tepehuas, Popolocas, Mazahuas, Tlaxcaltecas, y otros pueblos yadesaparecidos. Pueblos decadentes, sojuzgados, rencorosos, quienes, al tiempo en que llegaron los españoles, se ilusionaron ingenuamente con la idea de liberarse del yugo azteca sin darse cuenta de que seríansojuzgados nuevamente ahora por los güeros, de modo que se volvieron doblemente rencorosos y además agachados porque sabían que los españoles, que derrotaron a los aztecas, eran más poderosos.
Con estotenemos, también en contra de lo que piensa el mexicano promedio, que nuestra herencia española es “menos pior” que la nativa.
Hemos vivido engañados. No tenemos una herencia indígena de la cual...