G._H._von_Wright._Ciencia_y_Razon._Cap.2-6

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Georg H. von WRIGHT.
Ciencia y Razón. Una tentativa de orientación (traducción de R.
Vernengo y R. González), Universidad de Valparaíso, Valparaíso
1995, pp. 23-58. [Cap. 2, 3, 4, 5 y 6]

II
LEY NATURAL Y PAUTAS DE RACIONALIDAD
1. La ciencia de la antigüedad grecorromana no constituye, de igual
modo que nuestra ciencia actual "occidental", un conjunto relativamente
unitario deconocimientos en crecimiento. Al hablar corrientemente de
ciencia, para referirnos a la antigüedad, fácilmente incurrimos en
simplificaciones injustificadas y en generalizaciones engañosas. De todos
modos creo que bien vale la pena hacerlo, no para alcanzar una comprensión
adecuada de una cultura del pasado, sino, al menos, para lograr un mejor
conocimiento de nosotros mismos. Creamos así unobjeto para llevar a cabo
una comparación, útil, con toda independencia de su corrección histórica
completa (cf. supra, p. 12).
La etapa creativa de la ciencia antigua se extiende desde los filósofos
jónicos de la naturaleza, o "metereólogos" como se los llamó, desde mediados
del siglo VI A.C. aproximadamente, hasta la gran síntesis de las técnicas de
curación de su tiempo efectuada por Galeno,setecientos cincuenta años
después.
Los fundamentos psicológicos de la filosofía y de la ciencia griega pueden
ser descritos como una creencia implícita, más que explícita, en que el
pensamiento humano, por su propio poder y sin auxilio de autoridades
sobrenaturales, puede llegar a concebir el lagos de las cosas, esto es, el sentido
y orden interno de las cosas mismas. Tal creencia puedeconsiderarse una
creencia en la inteligibilidad o comprensibilidad del orden del mundo. Ella
reaparece en los iniciadores de la ciencia moderna, en el Renacimiento, bajo la
forma de la creencia de que "el libro de la naturaleza" puede ser leído por el
hombre solamente si conoce el lenguaje matemático en que está, escrito. Esa
creencia o, quizás mejor: esa convicción de que todo lo que nos rodeaes
comprensible, es el fundamento racional de todo aquello que, en un sentido

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adecuado, puede denominarse construcción "científica". Esto vale tanto para
los antiguos como para nosotros mismos.
Para los griegos, el orden del mundo era una eunomía, o sea un orden
legal y un ordenamiento justo de las cosas. Su-universo era un cosmos y, en
cuanto tal, algo bueno y bello. La ciencia o,quizás mejor, la racionalidad
científica surge entre los griegos simultáneamente con grandes cambios en la
vida social. Estos cambios constituyeron una transición desde un estado
feudal y aristocrático a una forma de vida regida, en las ciudades-estados
(polis), por normas. Otro cambio fue el resultante de la transición de una
economía de trueque hacia una economía monetaria. Se ha sostenidoque la
concepción griega del cosmos, como una totalidad ordenada, fue originariamente la proyección a la naturaleza de la idea de una comunidad
humana organizada legalmente.1 Similarmente, puede considerarse la
búsqueda, intentada por los filósofos jónicos de la naturaleza, de una
"sustancia original", en cuyo respecto las restantes sustancias sólo
constituirían formas diferentes, un reflejo dela idea de moneda acuñada
mediante la cual se representa el "valor inicial" con que se evalúan y miden los
valores de todas las mercancías2. La representación posterior del orden
cósmico, entendido entonces como una norma legal y una pauta para una
sociedad justa y buena, es, en realidad, una proyección, notable y fácilmente
captable, de un pensamiento que originariamente correspondía a lavida
social a la naturaleza, una proyección de la sociedad a la naturaleza3.
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Este pensamiento fue desarrollado hermosamente por Werner Jaeger en su gran obra "Paideia" (1933-45).
En mi colección de ensayos, "Tanke och íórkunnelse' ("Pensamiento y conocimiento"), traté de resumir, de
manera sencilla y comprensible, tanto su contenido como su mensaje. Otro importante especialista que
se...