San Francisco y el beso al leproso

San Francisco y el beso al leproso
No es fácil amar lo que es diferente a nosotros, menos si que eso diferente nos hiere o no nos hace sentir bien. Un gran ejemplo sobre eso,es la vida de San Francisco de Asis. A él nunca le fue fácil acercarse a los enfermos y dejar la vida que tenía. Muchas veces relató que para él era un sacrificio muy grandeacercarse a quien era diferente y ayudarlo.
San Francisco les tenía miedo, los rechazaba, esquivaba su mirada cuando se le acercaban, pero un día decidió ser diferente. Un díase acercó, los miró, los besó, los abrazó y curó sus heridas.
Besé sus manos, sus llagas,
sus pies descalzos, gastados,
su pecho de Amor llagado
y me abrazó su mirada.Lo abracé reconciliado
y en lágrimas conmovido,
Él me dijo: hermano mío,
soy el Amor flagelado.

Para mí era muy amargo
encontrar a los leprosos.
El Señor meabrió los ojos
para verlo allí encarnado.

Lo amargo volvió dulzura
cuando me llevó entre ellos,
pude ver sus ojos bellos
y me embargó su ternura.

Desde entonces milocura
se hizo amor crucificado,
leproso resucitado,
marginación y dulzura.

El acercarse a realidades diferentes, lo hizo un ser humano más sensible, compasivo, y loconvirtió en un ejemplo de vida y santidad. El aceptar a otro ser humano como su hermano, lo ayudó a construir comunidad.
Con la misma entrega tenemos que tomar su vida comoejemplo, y descubrir lo bueno en el otro y aceptar lo que no nos gusta de nuestro prójimo para crecer como personas y crecer como grupo.


(Primero se les lee como motivación,luego se les hace formar pareja y se les explica la dinámica para que lo hagan con sus compañeras. Solo con una pareja y luego se cierra la dinámica con una reflexión)