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Electrónica,
Publicación
núm. 1, 2011
Instituto de Investigaciones
Jurídicas, UNAM
LA DEMOCRACIA CONSTITUCIONAL Y EL CONTROL
DE LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES
Lorenzo CÓRDOVA VIANELLO*
I. PREMISA: LA DEMOCRACIA CONSTITUCIONAL
L
a evolución del Estado moderno en los últimos tres siglos se ha centrado en la construcción de una forma particular de organización política a la que comúnmentese le denomina
“democracia constitucional” y que con el tiempo se ha convertido, con variaciones y diversos grados de intensidad, en la forma de gobierno prevaleciente. Se trata de un régimen caracterizado, a la vez, por la adopción del conjunto de reglas de procedimiento para la toma de
las decisiones colectivas incluyentes que le son propias a las democracias en cuanto formas
de gobierno, y porun conjunto de reglas, valores y principios que definen al “estado constitucional”. Dicho de otra manera, las democracias constitucionales son formas de gobierno
democráticas en las que el ejercicio del poder político está regulado y limitado a partir de los
postulados del constitucionalismo moderno.
La confluencia de ambas características (ser democrática y a la vez constitucional) en una
forma deorganización política determinada fue el resultado de una génesis histórica articulada tanto en el plano de las ideas políticas, como en el plano de las instituciones políticoconstitucionales, en la que la “lucha por la democracia” y la “lucha por el Estado constitucional”, ambas enderezadas en contra del absolutismo monárquico, coincidieron temporalmente
y, aunque distintas en sus inicios,gradualmente se fueron entrelazando y conjugando de
manera intensa y tendencialmente indisoluble.
Debe quedar claro el hecho de que la democracia como forma de gobierno no necesariamente supone la presencia de un Estado constitucional, ni un Estado constitucional implica,
indefectiblemente, que el ejercicio del poder político se presente en forma democrática.
Así, podemos pensar, por un lado, endemocracias en las que no se prevén límites al ejercicio del poder (como lo presupone un Estado constitucional), como es el caso del modelo
democrático elaborado por Juan Jacobo Rousseau, en donde el pueblo, el titular del poder
político, es soberano y, por definición, absoluto; y también, por otro lado, en Estados constitucionales en donde la forma de gobierno no necesariamente es democrática, como elEstado
proto-liberal inglés del siglo XVII en donde la participación política estaba reservada sólo a
una pequeña parte de la población —particularmente propietarios—, o bien en el modelo de la
monarquía acotada que tanto John Locke, como Montesquieu, consideraban como la forma
de gobierno más idónea.
* Investigador en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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LORENZO CÓRDOVAVIANELLO
Una de las más importantes aportaciones del constitucionalismo norteamericano fue la de
lograr conjugar el poderosísimo —conceptualmente hablando— y emblemático principio democrático de la soberanía popular con la idea de un gobierno sometido a la ley —y en primer
lugar a la norma suprema: la constitución—, dividido para su ejercicio entre varios poderes
que se equilibran y acotan entre síy limitado en primera instancia por el reconocimiento de
una serie de derechos individuales. Lo anterior fue logrado mediante la separación y distinción de dos momentos, uno originario del Estado, el acto constituyente en donde toda la
majestad de la soberanía popular se despliega para instituir un gobierno con determinadas
características que son decididas sin ningún tipo de límite por el propiopueblo, y un segundo
momento, posterior a la constitución del Estado, en donde vemos, como consecuencia de la
soberanía popular, a un conjunto de poderes públicos que actúan conforme a ciertas reglas
y mediante una serie de controles y límites.
Sin embargo, aunque la experiencia constitucional de los Estados Unidos marcó la ruta,
pervive el hecho de que las democracias constitucionales son...
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