aborto
El concepto de dignidad del ser humano debe ser siempre la clave interpretativa de la Declaración de 1948. Es mencionado en el primer párrafo del preámbulo, recogido en el primer artículo y posteriormente reiterado a lo largo de toda la Declaración.
Esa dignidad es una realidad que emana de lo que el hombre es, es decir, de su naturaleza. Es, pues, un reflejo de la realidadsubstancial y espiritual de la persona humana, y no de una creación de la voluntad humana, ni una concesión de los poderes públicos o un producto de las culturas o de las circunstancias históricas.
En la Declaración, por otro lado, se afirma y reconoce la plena igualdad de toda persona y por lo tanto la prohibición de toda forma de discriminación o limitación de sus derechos en base a «raza,color, sexo, idioma, religión, opinión política..., origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición»1. Esta igualdad se manifiesta también en el reconocimiento a toda persona de su titularidad de derechos en cada fase de su crecimiento y en cada momento de su existencia.
La afirmación de la dignidad de todo ser humano tiene como consecuencia inmediata y básica elderecho fundamental a la vida, reconocido en el artículo 3 de la Declaración: «Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona». Ese derecho lo posee el ser humano desde el momento mismo en que inicia su existencia, es decir, desde el momento de la concepción y no sólo desde el nacimiento.
Tanto la persona como su dignidad se sitúan en el plano ontológico. Noimportan las manifestaciones posibles del hombre durante su evolución; desde el momento de su concepción, él es siempre una persona, cuya dignidad le debe ser reconocida en todas las circunstancias de su itinerario existencial.
Antes de todo, el hombre tiene derecho a la vida, fundamento clave de todos los demás derechos en cuanto derecho inviolable, garantizado y protegido en toda situación, nosólo por medio de leyes y políticas de parte del Estado, sino también mediante una verdadera cultura de la vida. Es un derecho fundamental, con la mayor fuerza que se le puede reconocer al término, pues los demás perderían su consistencia, por ausencia de sujeto, de soporte.
El artículo 3 de la Declaración de 1948 afirma que « Todo individuo tiene derecho a la vida ». Este principio fuedesarrollado por la Declaración de los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, según la cual « el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal tanto antes como después del nacimiento ». Esta misma declaración fue incorporada luego en el « Preámbulo » de la Convención sobre los Derechos delNiño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
Esta debe ser considerada como principio fundamental del sistema de protección internacional de los derechos humanos (ius cogens)2, ya que se encuentra indudablemente incorporada a la conciencia común de los sujetos de la comunidad internacional.
Por otro lado, todo intento normativo que pretende impulsar el“derecho” al aborto o a otra forma de negación de la vida humana por nacer, choca con lo que ha madurado en la legislación internacional. Esta legislación, coherentemente, garantiza el derecho a venir al mundo a quien aún no ha nacido; protege a los recién nacidos del crimen del infanticidio, asegura a los minusválidos el desarrollo de sus posibilidades, y la debida atención a los enfermos.
No existeninguna obligación jurídica internacional de proporcionar acceso al aborto basado en motivo alguno: salud, privacidad, autonomía sexual, no discriminación ni ningún otro motivo: “No existe ningún derecho al aborto bajo el derecho internacional, ni por vía de un tratado internacional obligatorio ni bajo normas de derecho internacional común. No hay ningún tratado de las Naciones Unidas que...
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