Administracion de empresas
Feudalismo
Agrario
Percy Schmeiser, como otros agricultores, muestra
los peligros de la agricultura industrial promovida
por las multinacionles de los transgénicos
Por Robert Schubert
D
e la misma manera que miles de otros
agricultores en el sur de Alemania a finales
del siglo XIX, Karl y Anna Schmeiser trabajaban duro en los latifundios de un terrateniente para tener untecho sobre sus
cabezas y comida sobre la mesa. El latifundista poseía la tierra, los animales de tiro, el equipo y la mayor parte de la cosecha, más o menos como los señores feudales de la Edad Media. Como otros muchos,
Karl y Anna soñaron con una vida mejor, y en 1890
vendieron todo y dejaron Alemania para siempre,
embarcando hacia Estados Unidos. Buscando tierras
baratas e independencia, setrasladaron al norte a las
praderas de Canadá occidental, instalándose en Saskatchewan en 1904.
Un siglo después, la tierra ya no es tan barata. La
independencia que Karl y Anna encontraron también está en peligro, como descubrieron su nieto
Percy Schmeiser y su esposa Louise en 1998. Fue entonces cuando la multinacional Monsanto los demandó después de que sus semillas de colza fuerancontaminadas por los genes resistentes a un herbicida patentado por la multinacional.
El caso generó titulares en todo el mundo, y un
incierto futuro para muchos agricultores. Aunque
los Schmeiser no tuvieron que pagar a Monsanto, los
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tribunales los encontraban culpables de violación de
la patente. El hecho de que una multinacional persiga a los pequeñosagricultores es muy preocupante
para muchos, e indica la profundidad y la amplitud
de la tremenda transformación de las últimas décadas: la constante erosión de la práctica de los agricultores de guardar y desarrollar semillas. “Ni yo ni
mis padres o abuelos podíamos imaginar que los
agricultores perderíamos el control de nuestras semillas”, dice Schmeiser.
Además, esa es sólo la punta del tallo de lacolza.
La privatización de las semillas es sólo una parte de la
firme consolidación del poder económico de unas pocas multinacionales sobre toda la agricultura. Las
grandes multinacionales se han asegurado el control
sobre todas las fases del ciclo de cultivo: poseen las semillas y las patentes de éstas, controlan las instalaciones de transformación, dominan la comercialización y
ladistribución, e incluso la financiación de las operaciones de los agricultores. Es como si los viejos señores hubieran resucitado de la tumba, trayendo consigo los viejos sistemas feudales. Las sociedades anónimas que controlan las granjas de pollos y cerdos ya
han reducido a muchos ganaderos a meros prestadores de trabajo, y los agricultores de cereales como
Percy Schmeiser parecen tener el mismo destino.Janet Hamlin
Patentar los beneficios
Hasta hace poco en sus 10.000 años de historia, la
agricultura era más un modo de vida que una industria. Los agricultores eran los productores de semillas y los guardianes de la herencia de cultivos de las
sociedades. Pero a comienzos de 1900s, los gobiernos de Canadá y EE UU comenzaron a promover el
desarrollo de grades industrias agrícolas deexportación sobre la base de unos pocos cultivos y animales
domésticos. Para maximizar la uniformidad y las cosechas, la reproducción de semillas salió de las granjas hacia los centros públicos centralizados de investigación subvencionada de las universidades de EE
UU. El desarrollo de las variedades de semillas se
convirtió en una mercancía.
Los avances científicos en los setenta y ochentaanunciaron una nueva era en la agricultura. Para aumentar sus ventas estancadas, Monsanto y otras multinacionales agroquímicas se aventuraron en la ingeniería genética y se transformaron en la industria de
la biotecnología. Compraron las empresas tradicionales de semillas y crearon por ingeniería los genes
resistentes a sus herbicidas, que introdujeron en las
líneas recién adquiridas de...
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